La isla Cruquius, una península artificial situada en los muelles orientales de Ámsterdam, se ha transformado en los últimos años en un nuevo barrio para vivir y trabajar. El proyecto ocupa una superficie de unos 48.750 m² y fue planificado y realizado por KCAP en colaboración con los clientes AM (Cruquiuswerf) y Amvest (Berkhout).

Viviendas en la isla de Cruquis por KCAP. Foto: Marcel Ijzerman
Contexto histórico de la península
Los orígenes de la isla Cruquius se remontan al periodo comprendido entre 1875 y 1925, cuando se creó la zona como parte de la ampliación del puerto. Originalmente utilizada como lugar para el comercio y la industria, aquí se ubicaron almacenes y fábricas durante décadas. Como parte de la revitalización, en 2015 comenzó la transformación gradual en un moderno barrio urbano que combina espacios residenciales, comerciales y públicos.
Concepto arquitectónico
El concepto urbanístico se basa en una disposición en abanico de 14 edificios. En ellos se alternan estructuras alargadas de gran escala y unidades más pequeñas de tres plantas. La arquitectura tiene en cuenta tanto el pasado industrial de la isla como los requisitos de los espacios modernos para vivir y trabajar. Cada edificio dispone de espacios exteriores privados, como balcones, terrazas o jardines.
El diseño de la fachada de los edificios y los materiales se han elegido para hacer referencia a la historia industrial, creando al mismo tiempo una conexión con el entorno. Todas las viviendas tienen vistas directas al agua.
Espacios públicos y suministro de agua
Un componente central del proyecto es la integración de espacios públicos que combinan la vida y el trabajo con oportunidades de ocio. El Cruquiusweg actúa como eje principal, desde el que parten líneas de visión hacia el Canal Rin-Amsterdam. El paseo ribereño está libre de coches y ofrece espacio para los peatones, así como lugares para relajarse junto al agua.
En la planta baja de los edificios hay espacios comerciales y de trabajo que contribuyen a la revitalización del barrio. La mezcla de usos residenciales y laborales y la proximidad del agua caracterizan el barrio.
Planificación y desarrollo del paisaje
El diseño de los espacios abiertos incluye caminos de formas orgánicas, jardines semipúblicos y zonas verdes comunes. Están integrados en los edificios y favorecen la experiencia del barrio. Los espacios abiertos están diseñados de tal manera que ofrecen una variedad de usos y crean una transición suave entre el espacio privado y el público.
Se presta especial atención a la permeabilidad de la urbanización, que se ve reforzada por la disposición de los edificios y los caminos.
Aspectos de sostenibilidad
Como parte del proyecto, se hizo hincapié en diversas medidas para promover la sostenibilidad:
- Los edificios se equiparon con paneles solares, tejados verdes y sistemas de eficiencia energética.
- El paisajismo incluye un alto nivel de verdor con árboles semimaduros y otras plantaciones para ayudar a mejorar la biodiversidad.
- Se utilizaron métodos de planificación paramétrica para garantizar un aprovechamiento óptimo de la luz natural en las viviendas y los espacios abiertos.
Además, se crearon aparcamientos para bicicletas y zonas comunes sin barreras para favorecer un uso respetuoso con el medio ambiente.
La Isla Cruquius es un nuevo barrio residencial que permite una gran variedad de usos gracias a su combinación de espacios habitables, espacios de trabajo y zonas de acceso público. El proyecto se desarrolló teniendo en cuenta la historia industrial de la península, al tiempo que cumplía los requisitos de un urbanismo moderno y sostenible.