Verde oasis suburbano

Los efectos de los edificios sobre el medio ambiente se han investigado hoy exhaustivamente gracias a las posibilidades técnicas. Como sabemos, esto no sólo se aplica a la fase de construcción, sino que se extiende mucho más allá en el futuro de un edificio. En vista de ello, parece trivial cubrir un edificio con árboles y luego llamarlo „verde“. Aunque no todos los proyectos de este tipo pueden acusarse de ser superficiales en términos de sostenibilidad, aunar el mundo vegetal y la arquitectura se ha convertido en una tendencia en la que las plantas a menudo sólo sirven de hoja de parra para una arquitectura pseudoecológica.

En Turín, sede de Fiat, se ha creado algo muy verde. El „25 Verde“ de Luciano Pia está a tiro de piedra del Po y del paisaje de colinas de la antigua zona industrial. El edificio está situado justo enfrente de la primera ampliación del antiguo taller de Fiat y a pocas calles de Corso Dante Alighieri: aquí se encontraba el primer edificio administrativo de la empresa antes de trasladarse al nuevo edificio de la fábrica diseñado por Giacomo Mattè-Trucco en el barrio de Lingotto, famoso por la pista de pruebas de su tejado.

Pia quería „absorber“ las verdes colinas cercanas (que sólo aparecen aquí y allá al final de la calle) en los pisos. Aunque el arquitecto no ha confirmado que su diseño haga una clara referencia a la historia de la fabricación de automóviles que ha caracterizado esta parte de la ciudad, la estructura portante de acero corten visible desde el exterior también desprende inicialmente un encanto industrial. Al mismo tiempo, resulta apropiado que este edificio absorba unos 200.000 litros de dióxido de carbono por hora en la cuna del fabricante de automóviles italiano de mayor éxito.

A pesar de su carácter lúdico, el diseño, cuyos inicios se remontan a hace diez años, se dedica a intentar combinar arquitectura y plantas con una rara coherencia. No sólo juega con las numerosas ventajas prácticas de integrar plantas en un edificio, sino que el diseño también inspira el asombro infantil que mucha gente asocia con las casas en los árboles. La medida en que el diseño consigue incorporar la riqueza imaginativa del mundo vegetal en la arquitectura queda demostrada por el hecho de que el edificio saldría claramente perdiendo sin sus plantas.

Más información en Baumeister B2/2017 – Verde