En el futuro, las reclusas podrán reunirse con sus seres queridos al abrigo de la casa de madera. El proyecto de Renzo Piano en las afueras de Roma se caracteriza por sus líneas claras y una llamativa logia.
28 metros cuadrados para vivir, cocinar y comer
Escondido entre árboles y un muro, el „Ma.Ma. Modulo per l’Affettività e la Maternità“, que se traduce como „Módulo para el afecto maternal“. El edificio de Renzo Piano se levanta en el solar de una cárcel de la periferia noreste de Roma.
La cárcel de mujeres de Rebibbia cuenta actualmente con unas 320 reclusas. El recinto penitenciario está separado de los edificios vecinos por un muro de 800 metros de largo. Tras él, las mujeres llevan una vida de aislamiento. Debido a la falta de instalaciones para mujeres en la región, muchas de ellas cumplen sus condenas lejos de su entorno familiar. Por tanto, están a muchos kilómetros de sus hogares. Como consecuencia, rara vez ven a sus familias, a menudo pierden el contacto y apenas desempeñan un papel en la estructura familiar. La casa de madera de color terracota, prototipo del Ministerio de Justicia, pretende cambiar esta situación en el futuro: Aquí, al abrigo del tejado a dos aguas, se creará un lugar donde las reclusas -madres, tías, hijas y hermanas- puedan reunirse con sus parientes en un ambiente íntimo, hablar, estar juntas, cocinar. El objetivo no es crear un lugar de encuentro anónimo y vigilado, sino un espacio que reproduzca las dimensiones de un hogar y fomente la convivencia sin molestias.