11.04.2025

Vivir

Una casa de campo de Atelier ordinaire

La casa de madera

El estudio de arquitectura Atelier ordinaire de Estrasburgo construyó una casa en las montañas de los Vosgos que impone una estricta moderación frente a la magnífica naturaleza. En el interior, mucha madera y diseño moderno entran en feliz enlace, creando espacios acogedores y contemplativos a partes iguales.

„Nuestra casa está justo al borde del bosque. El campo empieza justo detrás, con rutas de senderismo que suben a las montañas“, explica Thomas Wagner, del estudio de arquitectura Atelier ordinaire de Estrasburgo, al describir el emplazamiento de su último proyecto: una casa en las colinas de los Vosgos, a algo menos de 50 kilómetros al oeste de Colmar, que es muchas cosas a la vez: hogar para una familia de cinco miembros, alojamiento para un grupo de 16, casa de vacaciones, lugar de conferencias y oficina pop-up. Pero, sobre todo, es un edificio cuidadosamente diseñado de poco menos de 200 metros cuadrados, cuya superficie los arquitectos distribuyeron en tres volúmenes para evitar que abrumara el paisaje circundante. El revestimiento de la fachada de madera de alerce gris y el tejado de acero color antracita son también lo más reservados posible en relación con la naturaleza. La sencilla funcionalidad que caracteriza toda la casa se inspira en las granjas de los Vosgos.

Fotos: Jonathan Mauloubier

Atelier ordinaire concede un solo a Kiefer

Apenas hay una superficie en el interior del edificio que no sea de pino. Esto se debe a que el núcleo de la casa es de madera laminada cruzada de pino. Al contrario que en el exterior, en el interior sigue siendo visible y los arquitectos también la utilizan para todos los accesorios, paneles y revestimientos del suelo. Esto crea una impresión de espacio en la que el minimalismo formal y el veteado irregular de la madera forman un contraste apasionante. Atelier ordinaire sólo alicató algunos suelos y paredes de los cuartos de baño y la cocina, con baldosas cuadradas del fabricante francés Winckelmans.

Fotos: Jonathan Mauloubier

La distribución de la casa muestra la misma sencillez bien pensada que también es evidente en los materiales: En el primero de los tres volúmenes, hay un vestíbulo en el nivel de entrada, al que se adosan la sauna, el lavadero, los trasteros y la Sauma. Una escalera conduce a la cocina superior. El segundo volumen alberga el gran salón de techos altos, cuyos ventanales ofrecen vistas al lago de Gérardmer. Por último, el tercer volumen alberga cinco dormitorios con cuartos de baño contiguos y un dormitorio con seis camas.

Fotos: Jonathan Mauloubier

El discreto encanto de la decoración

Sólo en algunos lugares los interiores revelan un discreto deseo de decoración. Por ejemplo, en el pasillo entre la cocina y el salón, con su arco de medio punto. O las pequeñas aberturas circulares que conectan la zona de estar a la altura de la cumbrera con el ático contiguo. Los interruptores y enchufes giratorios de Hager, con sus carcasas redondas, son también algunos de los elementos con los que los arquitectos contrarrestan los ángulos rectos predominantes con algunas curvas.

Fotos: Jonathan Mauloubier

Por último, pero no por ello menos importante, Atelier ordinaire redondea una o dos esquinas en lo que a mobiliario se refiere. Fue creado en estrecha colaboración con el fabricante de muebles alemán Stattmann. Ellos produjeron tanto el mobiliario fijo como el suelto. Entre otros, los arquitectos utilizaron las sillas „Profile“ del diseñador Sylvain Wilenz y las mesas de la serie „Curv“ de Jörg Boner. En los dormitorios no sólo destaca el taburete „Add“, del diseñador muniqués Steffen Kehrle, sino también uno de los primeros ejemplares de su nueva cama „Snug“.

Fotos: Jonathan Mauloubier

La naturaleza como estrella

La versátil casa de los Vosgos podrá alquilarse próximamente. Es de esperar que muchas personas en busca de paz y tranquilidad se inspiren entonces en su hábil modestia. Sin embargo, el objetivo declarado del Atelier ordinaire era que la estrella de cada visita fuera el entorno natural en el que está enclavado el edificio. O en palabras del arquitecto Thomas Walter: „Tuvimos la suerte de poder ofrecer a la casa este marco natural. Por tanto, nuestro proyecto debía seguir siendo modesto y permeable: para la luz, el viento y todos los animales que cruzan el terreno por la noche“.

La mayor parte del mobiliario está instalado de forma permanente. El mobiliario transportable procede de Stattmann, incluida la cama del diseñador Steffen Kehrle. Hager suministró los elegantes componentes eléctricos. Foto: Jonathan Mauloubier
La mayor parte del mobiliario está instalado de forma permanente. El mobiliario transportable procede de Stattmann, incluida la cama del diseñador Steffen Kehrle. Hager suministró los elegantes componentes eléctricos. Foto: Jonathan Mauloubier
La mayor parte del mobiliario está instalado de forma permanente. El mobiliario transportable procede de Stattmann, incluida la cama del diseñador Steffen Kehrle. Hager suministró los elegantes componentes eléctricos. Foto: Jonathan Mauloubier

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