Buscar el efecto en el vecino
Mientras aumentan las tendencias aislacionistas en toda Europa, el IBA Basilea 2020 lleva diez años trabajando con sus socios en proyectos modelo de planificación urbana y regional transfronterizos. En la Swissbau de Basilea del pasado enero, un panel de alto nivel debatió sobre el futuro de la región metropolitana de Basilea.
¿Quién continuará el espíritu de la Exposición Internacional de la Construcción de Basilea? ¿Qué puede aprender el resto del mundo de la IBA en el triángulo fronterizo? Pierre de Meuron, Monica Linder-Guarnaccia, Agnes Förster y Beat Aeberhard debatieron sobre el futuro de la región metropolitana de Basilea en Swissbau 2020. La región metropolitana de Basilea es un espacio vital y económico cohesionado y evolucionado que, sin embargo, está dividido por fronteras políticas. En consecuencia, los cruces fronterizos son habituales. Mientras en toda Europa aumentan las tendencias aislacionistas, el IBA Basilea lleva diez años trabajando en proyectos modelo de planificación urbana y regional transfronterizos. El IBA finaliza este año. La tarea ahora es estabilizar el proceso de cambio iniciado y encontrar respuestas a la pregunta de cómo debe ser la convivencia en la región trinacional. El momento es favorable.

En los últimos años se ha producido un cambio de paradigma en la región de Basilea. Los municipios han empezado a volverse hacia sus vecinos. En el pasado, la gente daba la espalda a los alrededores, pero hoy miran hacia el tan ignorado espacio intermedio: El patio trasero se está convirtiendo en el centro. La gente ha aprendido a coordinar relaciones complejas a través de las fronteras. Se han desarrollado valores y objetivos comunes. Los proyectos conjuntos, como Rheinliebe o 3Land, desempeñan aquí un papel central.
Ahora se plantea la cuestión de cómo salvar para el futuro la experiencia y la voluntad de marcar la diferencia en la región trinacional. Es tarea de la oficina de la IBA y de los directores de proyecto transmitir la experiencia, las herramientas de planificación, los métodos y los procedimientos. Los implicados están llamados a reflexionar sobre qué formatos, organismos e instituciones son adecuados para dar continuidad a los proyectos clave.
Actualmente existen en la región demasiadas organizaciones que se ocupan del área metropolitana. Sin embargo, la IBA es hija del Eurodistrito Trinacional de Basilea (TEB), una plataforma para la cooperación transfronteriza en la aglomeración trinacional de Basilea. ¿Por qué no habría que devolver la pelota tras diez años de excepcionalismo de la IBA? Un organismo superior como el TEB es absolutamente necesario, pero actualmente carece de la experiencia necesaria para su diseño. Sobre todo, alguien debería hacerse cargo de los proyectos más pequeños, impulsarlos y exigir resultados. Al fin y al cabo, pequeñas cosas como el Kit IBA ayudan a hacer tangibles los engorrosos y largos procesos de remodelación.
La organización y el pensamiento libre
El debate de Basilea demostró que todos los presentes son conscientes de su responsabilidad. Aunque todavía no existe un plan concreto, la estrategia 2040 ha iniciado un importante proceso para formular la voluntad política. Ahora la pelota está en el tejado de los representantes políticos: ¿cómo quieren organizar su cooperación después de la IBA? ¿Cómo puede funcionar independientemente de los individuos? Las amistades políticas facilitan hoy mucho la cooperación. ¿Qué estrategia quieren seguir los políticos con sus administraciones en los próximos 20 años? ¿Cuáles son las prioridades de la región trinacional? ¿Se centran en el desarrollo de asentamientos e infraestructuras o en proyectos paisajísticos? Son preguntas importantes que merece la pena debatir en una fase temprana. El objetivo no es lograr una identidad global; cada región tiene su propia identidad y debe conservarla. Sin embargo, es crucial desarrollar una estrategia transfronteriza a largo plazo que haga avanzar la región metropolitana. Como tal estrategia no caerá del cielo en el transcurso de 2020 -los asistentes también están de acuerdo en esto-, es importante encontrar puentes para los próximos años; soluciones para el periodo inicial, de modo que lo que se ha iniciado pueda crecer. Éstas deben ser también en forma de proyecto y estar relacionadas con el tema. No se necesitan nuevas estructuras. Lo que hace falta es un impulso. Se mencionaron ideas como un fondo trinacional como sistema de incentivos, un fondo de planificación apoyado por empresas locales o una región modelo transfronteriza para la movilidad. „Necesitamos ambos mundos: organización y librepensamiento. Necesitamos modelos de financiación, apoyo especializado y un nivel político que respalde el proceso“, fue la opinión unánime en el podio.
Comunicar diez años de trabajo
La IBA Basilea 2020 carece de proyectos faro construidos. Las innovaciones en los procesos no son muy tangibles. El cambio de paradigma en la región es tangible, pero no visible. El valor añadido de los proyectos es difícil de presentar a la población. Lo que se ha conseguido no era ni es fácil de comunicar. Por eso no es de extrañar que los asistentes expresaran el deseo de que hubiera un hilo conductor y de que algo siguiera siendo visible después de la IBA. La oficina de la IBA se ha fijado precisamente este objetivo: Los visitantes deben tener algo que mirar. Pero también deben darse cuenta de los procesos, valores y cualidades que ha producido el trabajo de los últimos años. Las regiones y ciudades cambian constantemente y el deseo de participación es cada vez mayor. Se trata de procesos sociales desafiantes en los que las personas están en el centro, incluso en otras regiones metropolitanas. Y éstas deberían poder aprender de Basilea y sus comunidades circundantes.
Este artículo apareció por primera vez en espazium.ch
