El Servicio Meteorológico Alemán ayuda ahora a las autoridades locales a hacer frente al cambio climático con la simulación climática urbana INKAS. Las simulaciones permiten reconocer cómo afectan al clima los distintos proyectos de construcción o la ampliación de zonas verdes.
Desde una perspectiva global, 2014 fue el año más cálido desde que se tienen registros meteorológicos. La resiliencia climática será uno de los principales problemas de los municipios y las ciudades en el futuro. El cambio climático plantea nuevos retos a las ciudades. Tienen un papel clave que desempeñar. La mayor parte de los gases de efecto invernadero procedentes de la industria, el transporte y la producción de energía y calor se producen en las ciudades. Pero las ciudades también son especialmente vulnerables a las consecuencias del cambio climático, ya que son el centro de vida y trabajo de más del 70% de la población en Alemania.
Las palancas con las que se puede aplicar la adaptación climática en el desarrollo urbano municipal son bien conocidas. Se trata esencialmente de la preservación y ampliación de los espacios verdes, el reverdecimiento de fachadas y tejados y el desarrollo de espacios abiertos (desvertebración). En la actualidad, los cambios climáticos provocados por los proyectos de construcción pueden simularse bien con la ayuda de modelos climáticos. Esto significa que ya hoy se pueden reconocer los efectos del cambio climático en los desarrollos urbanos actuales y previstos y derivar consejos prácticos para la planificación urbana.
Sin embargo, las ciudades pequeñas y medianas rara vez disponen de los análisis climáticos urbanos necesarios para aplicar medidas de adaptación al cambio climático. Para ayudar a todas las ciudades a aplicar las medidas adecuadas de adaptación al clima, el DWD está desarrollando una nueva herramienta de asesoramiento denominada INKAS. Actualmente hay en línea más de 1.000 simulaciones climáticas de ciudades y el servicio se está ampliando.
