Signor Lievito combina pasado y modernidad

La pandemia de Covid es una crisis que no se puede pasar por alto. Pero para Natalia Nikitina ha supuesto un sorprendente nuevo comienzo. La ex modelo se dedicó al arte de la repostería y ahora regenta una de las pastelerías más de moda de Milán. Una historia de ingredientes centenarios y modernidad californiana en el centro de la capital italiana.

Si pasea un sábado por la mañana por la Via Maestri Campionesi, en el barrio XXII Marzo de Milán, es probable que se encuentre con grandes aglomeraciones de gente. Todos hacen cola en Signor Lievito. La gente espera allí para hacerse con baguettes y pan de centeno, postres de tradición letona como la bulka con semillas de amapola o la focaccia de Apulia.

La ahora floreciente panadería fue inaugurada en 2022 por Natalia Nikitina. La historia de su fundación es una de las pocas positivas que probablemente haya escrito la pandemia mundial de coronavirus. El cierre provocó que Natalia Nikitina, una antigua modelo letona, empezara a hornear. Aunque al principio se limitaba a sus familiares y amigos más cercanos, su „clientela“ fue creciendo con el tiempo. Pronto empezó a repartir pan entre sus vecinos. „Fue el contacto con la gente lo que me convenció para adentrarme en esta aventura“, describe los comienzos. Con el tiempo, convirtió su pasión privada en una nueva profesión.

La decisión de abrir su propia panadería vino acompañada del nombramiento de Hannes Peer. Este arquitecto y diseñador del Tirol del Sur cuenta con 10 años de experiencia profesional y ya ha adquirido una gran experiencia en el diseño de tiendas. Entre otras cosas, es responsable de los conceptos de tienda de la marca N°21, cuyo director general no es otro que el marido de Natalia Nikitina. La familia Nikitina y Hannes Peer prosiguieron su fructífera colaboración con la renovación de su piso particular. La colaboración para la nueva panadería era una elección obvia.

La tarea consistía en montar un mostrador de ventas, un pequeño bar, un taller abierto y una zona de relax. Natalia Nikitina y Hannes Peer se decidieron rápidamente por el tema de la naturalidad como concepto básico. Lo que ya había creado un ambiente cálido en el piso privado mediante el uso de madera de abedul y terracota y una gran chimenea de ladrillo inspiró al dúo para diseñar la panadería. El horno, en particular, desempeña un papel decisivo. “ Me pareció especialmente significativa la opción de llevar un trozo de la propia chimenea al lugar de trabajo“, explica Hannes Peer. ¿Y dónde podría un horno servir de centro de diseño más adecuado que en una panadería?

Hannes Peer utilizó baldosas de terracota para las paredes y el suelo, que dan calidez a la estancia con su textura rústica. El diseño interior minimalista, con el mobiliario integrado en la arquitectura, otorga a las baldosas el papel principal en la ambientación. El material también media entre el interior y el exterior, ya que las baldosas se reflejan en la fachada exterior completamente rediseñada. El cálido color marrón rojizo contrasta con el enlucido blanco del resto de la fachada. Una decisión deliberada del arquitecto: „Queríamos crear una ósmosis entre el interior y el exterior. El enlucido blanco es una alusión al modernismo californiano, que es una fuente constante de inspiración para todo lo que hago“.

Pero no sólo el modernismo californiano desempeña un papel en „Signor Livieto“. La panadería también se inspira en la tradición y el pasado. El nombre de la tienda procede del ingrediente básico de la masa, una levadura madre que tiene más de 120 años. Natalia Nikitina la recibió como regalo del propietario de un antiguo horno de San Giorgio a Cremano, en Campania, la región de origen de su marido.

Diseño interior excepcional y productos de alta calidad: „Signor Livieto“ combina muchas cosas. Esta mezcla también conquistó a numerosos clientes y rápidamente se corrió la voz. La pastelería de Natalia Nikitina se hizo viral sobre todo en TikTok. Sólo un vídeo sobre los dulces del „Signor Lievito“ ya ha sido visto más de 250.000 veces. Y aunque los precios no están precisamente en el segmento de precios bajos, „Signor Livieto“ atrae a gente de toda la ciudad. Por un bollo de canela y una foto para las redes sociales.

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