El restaurante asiático Super Bao de París, inaugurado este año, se caracteriza por tres elementos predominantes: acero inoxidable, espejos y azul turquesa brillante. Régis Botta consiguió un efecto futurista y moderno. La disposición del mobiliario se adapta a la forma curva de la sala, creando una disposición alargada. Los taburetes de la barra son de acero inoxidable, al igual que las mesas, y recuerdan estilísticamente a un diner americano. La mitad de las paredes y los techos son de espejo, lo que, por un lado, abre la sala y la hace parecer más grande y, por otro, acentúa la combinación de materiales a través de los múltiples reflejos. El resto de las paredes y el suelo son de color azul turquesa, tan dominante gracias a los espejos que da la impresión de que toda la habitación es azul. Otro detalle especial son los rieles de luz, que recorren el techo y el suelo en forma curva y aportan un cierto aire retro. Al igual que las cortinas plateadas, que recuerdan a las cortinas de cuentas de los años setenta y ochenta y separan las habitaciones contiguas de la principal.
Echa un vistazo a este post en Instagram
