En Turín, el ayuntamiento ha puesto en marcha un proyecto experimental para renovar dos edificios escolares en colaboración con entidades privadas. La remodelación de la Escuela Enrico Fermi por BDR bureau es uno de ellos. El edificio es una demostración ejemplar de cómo tratar de forma inteligente los edificios existentes de la posguerra.
Cuesta creer que el edificio haya sido reformado.
Cooperación con fundaciones
Un edificio escolar es noticia. En Italia, esto suele significar una cosa: que ha ocurrido un accidente. Anticuados, inseguros, ruinosos… la mayoría de los edificios escolares públicos han pagado un alto precio por los recortes presupuestarios desde la crisis financiera de 2007, ya que, junto con el sector cultural, el sistema educativo ostenta el triste récord de recortes presupuestarios públicos. Aunque hasta ahora la mayoría de los accidentes solo se han saldado con heridos leves, el deplorable estado de las guarderías, escuelas e institutos italianos se ha convertido en un problema nacional en los últimos años, y uno de los motivos de „Torino fa scuola“, un proyecto piloto iniciado en Turín en 2015 para renovar y acondicionar los edificios de las escuelas públicas.
El proyecto fue financiado por la Fundación Agnelli y la Compagnia di San Paolo, dos institutos de investigación turineses sin ánimo de lucro que colaboraron estrechamente con la ciudad para este fin. La primera, en particular, es una fundación creada en 1966 por la familia de empresarios Agnelli, comprometida con la arquitectura excepcional, entre otras cosas mediante encargos a arquitectos locales como Gabetti & Isola y Carlo Ratti.
Además de un estudio sobre el estado de los edificios escolares públicos y las posibles medidas de mejora educativa, el proyecto incluía un concurso de arquitectura. Se seleccionaron dos tipologías típicas de escuelas italianas: la primera del siglo XIX y la segunda de la posguerra, dos épocas de las que proceden más de la mitad de los edificios escolares públicos italianos.
Disposición en grupos y zonas de aprendizaje abiertas
La idea del proyecto era sencilla: inspirados en la excelencia educativa italiana -por ejemplo, Montessori, Don Bosco y la pedagogía Reggio-, los promotores pretendían desarrollar revitalizaciones escolares ejemplares. La organización espacial de la escuela renovada debía corresponder al nuevo concepto educativo: Disposición en grupos en lugar de una hilera de aulas, zonas de aprendizaje abiertas en lugar de pasillos estrechos, instalaciones culturales y deportivas semipúblicas en lugar de instituciones cerradas.
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