El reverdecimiento de la Michaelerplatz de Viena no es un proyecto provisional, como el de la Max-Joseph-Platz. La plaza, rodeada por el palacio de Hofburg, la iglesia de San Miguel y la Looshaus, también se hará más atractiva mediante la plantación de zonas verdes, según el Ayuntamiento de Viena. Conservacionistas e historiadores del arte austriacos y extranjeros han criticado este plan en una carta abierta. En la carta, que puede leerse en la página web de la Sociedad Austriaca de Arquitectura, se puede leer, entre otras cosas, que a nadie se le ocurriría plantar árboles en la Piazza Navon de Roma, la Grand-Place de Bruselas o la Domplatz de Salzburgo. Los autores de la carta subrayan que en Michaelerplatz se pueden vivir las fases más importantes de la historia de Viena, desde la Antigüedad, pasando por la Edad Media y el Barroco, hasta la época moderna. La plaza también alberga iconos de la historia de la arquitectura: además del edificio de Adolf Loos (1870-1933), está el Ala de San Miguel, obra de Joseph Emanuel Fischer von Erlach (1693-1742). El diseño de la plaza en su conjunto se remonta a Hans Hollein (1934-2014), data de la década de 1990 y también es un edificio protegido. Además, la plaza en su diseño actual también forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El primer proyecto preveía parterres elevados, árboles y juegos de agua. Los planes también contemplaban la eliminación de los adoquines. Los ciclistas, en particular, lo acogieron con satisfacción. La Oficina Federal de Conservación de Monumentos aprobó inicialmente los planes, pero también hubo críticas en sus propias filas. El Consejo Consultivo Austriaco de Monumentos también expresó sus reservas al respecto. La idea de plantar campanillas fue especialmente criticada. Estos árboles de crecimiento rápido tienen un sistema radicular agresivo que pondría en peligro las excavaciones históricas situadas en el lugar, que también pueden visitarse allí. Sin embargo, aún no se sabe si los responsables harán plantar a pesar de todo este tipo de árboles o si se optará por otros. Los políticos ya han realizado mejoras en algunas zonas. Los parterres elevados se han sustituido por parterres llanos y, al parecer, se han anulado por completo las fuentes previstas delante de la Casa Loos. Los firmantes de la carta abierta recalcan expresamente que celebran los esfuerzos del Ayuntamiento de Viena por adaptarse al cambio climático, pero también subrayan que en este momento se está destruyendo el „efecto del conjunto histórico“. También sugieren que un sellado definitivo de Heldenplatz o el reverdecimiento de los barrios, que beneficiaría a los residentes, sería una solución mejor.
En general, también cabe preguntarse si es necesario reverdecer la Michaelerplatz. Al fin y al cabo, tanto el Burggarten como el Volksgarten están a sólo cinco minutos a pie de la plaza. Esta pregunta también está justificada en Múnich. Al fin y al cabo, el Hofgarten está a tiro de piedra de la Max-Joseph-Platz. También desde allí se llega rápidamente al Jardín Inglés.
Podrá leer más sobre este tema en una entrevista con el conservador general Mathias Pfeil, de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera, en el próximo número de Restauro.