Los cuatro niveles, conectados entre sí por una red de escalada tridimensional de 14 metros de altura, ofrecen diversas actividades lúdicas. Con 97 metros cúbicos, es la mayor estructura de juego de la torre y se extiende por todas las plantas. La red está empotrada directamente en el edificio y es la mayor red espacial jamás instalada en un edificio. El proyecto se encargó a Berliner Seilfabrik. La primera spacenet para equipamiento de juegos se construyó aquí a principios de los años setenta.
Una spacenet está formada por celdas espaciales geométricas regulares. En los juegos de cuerda clásicos, la red se tensa uniformemente mediante puntos de tensión dispuestos simétricamente. Durante la planificación de la construcción metálica del edificio, ya se dejaron huecos para la instalación de una red espacial en la zona de juegos. Esto supuso un reto especial para el equipo de expertos de Berliner Seilfabrik. De acuerdo con el diseño de la torre de juegos, no seguían ninguna simetría. El equipo de construcción berlinés pudo recurrir a sus 40 años de experiencia.
Los principales puntos de tensado de la enorme red espacial se fijaron a las aberturas previstas en el armazón de acero mediante el sistema de tensado Astem TT del fabricante de equipos de juego. También se tensaron cuerdas de borde „a medida“ del edificio en los laterales de la red espacial entre los rellenos de madera de los techos y en el lado de la ventana entre la estructura de acero. A partir de ahí, se fijaron cables tensores adicionales a la red espacial con la ayuda de tensores. Esto permitió conseguir la importante tensión uniforme de la red espacial. A pesar de la minuciosa preparación con planificación en 3D, la realización no habría sido posible sin la ayuda de los especialistas de Berliner Seilfabrik in situ, ya que algunas de las cuerdas tuvieron que „enhebrarse“ individualmente para adaptarse perfectamente al edificio y garantizar la máxima seguridad y durabilidad.
El Centro Creativo de Berlín del fabricante de equipamiento lúdico, con diez empleados, está especializado en este tipo de planificación individual. En Christchurch, Nueva Zelanda, los berlineses se encuentran actualmente en la fase final de un proyecto especial. Allí donde una inundación y graves terremotos sacudieron la región en 2010/2011, se está construyendo un gigantesco paisaje de escalada sobre y alrededor de una colina. Los visitantes pronto podrán escalar la ladera a través de tres grandes torres conectadas por túneles. Al otro lado de la colina, una red trapezoidal de superficies de unos 175 metros cuadrados guiará a los visitantes hacia abajo o hacia arriba. „La planificación individual es habitual para nosotros“, subraya David Köhler, socio gerente de Berliner Seilfabrik.
