El Internet de las Cosas ofrece una amplia gama de aplicaciones prácticas en las obras que optimizan el proceso de construcción y aumentan la eficiencia.
Seguimiento de materiales y gestión de inventarios
Los sensores IoT pueden utilizarse para supervisar el consumo de materiales en las obras en tiempo real. Las etiquetas RFID y los códigos QR en materiales y herramientas ayudan a los jefes de obra a comprobar la ubicación y el estado de los materiales en cualquier momento. De este modo se evita que los materiales se extravíen o sean robados y se pueden pedir suministros a tiempo.
Seguridad en la obra
Los dispositivos IoT mejoran significativamente la seguridad en las obras. Los sensores que controlan el entorno reconocen posibles peligros, como el sobrecalentamiento de las máquinas o la acumulación de gases peligrosos, y avisan a los empleados a tiempo. Los wearables, como los cascos inteligentes y los chalecos de seguridad con sensores integrados, también controlan los datos vitales de los trabajadores de la construcción y pueden dar la alarma inmediatamente en caso de emergencia.
Supervisión de máquinas y mantenimiento
Supervisar el estado y el rendimiento de la maquinaria es crucial para una obra eficiente. Los sensores IoT supervisan las condiciones de funcionamiento de las máquinas, por ejemplo, el nivel de aceite y la temperatura, e informan inmediatamente de las desviaciones. El mantenimiento predictivo puede utilizarse para prever las necesidades de mantenimiento, maximizando el tiempo de actividad de la máquina y evitando costosas reparaciones.
Control meteorológico y medioambiental
En las obras, los sensores IoT pueden controlar las condiciones meteorológicas y factores medioambientales como la humedad, la velocidad del viento y las precipitaciones. Esta información ayuda a los jefes de obra a tomar decisiones en tiempo real y ajustar el proceso de construcción en caso de mal tiempo, aumentando la seguridad y la eficiencia.
Ejemplo de la vida real: En un proyecto de construcción residencial en Canadá, la empresa constructora utiliza sensores IoT para la vigilancia meteorológica con el fin de optimizar el proceso de hormigonado. Gracias a los datos meteorológicos precisos, pudieron verter el hormigón en el momento ideal, lo que mejoró la calidad del edificio y evitó el desperdicio de material.