06.07.2025

Digitalización

Nuevo diálogo con el arte

Sandro Botticelli, Retrato ideal femenino de Simonetta Vespucci como ninfa, hacia 1480, dominio público. Los visitantes del Museo Städel de Fráncfort del Meno pueden utilizar el chatbot para obtener más información sobre el cuadro. Foto: Museo Städel

Un ejemplo de cómo las aplicaciones basadas en IA están cambiando la educación cultural actual es CHIM, el chatbot del museo. Se probó y evaluó en el Museo Städel de Fráncfort, entre otros.


Posibilidades ampliadas

Los responsables del singular proyecto de desarrollo de un chatbot para museos, que se ha probado recientemente en el Museo Städel de Fráncfort del Meno, quieren salir de la unidireccionalidad comunicativa de la transferencia tradicional de información en el sector cultural. Este proyecto utiliza el campo emergente de la inteligencia artificial (IA) como palanca para una forma innovadora de educación artística. CHIM, el chatbot del museo, es fruto de la colaboración entre Linon Medien AG y el Centro Alemán de Investigación en Inteligencia Artificial (DFKI), y actualmente se está probando y evaluando en el Museo Städel. CHIM representa un ambicioso proyecto que demuestra las posibilidades actuales que abren los avances en inteligencia artificial y el uso de chatbots apoyados en IA. En los últimos años, tecnologías como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) han allanado cada vez más el camino para los diálogos interactivos en las instituciones culturales. Estas tecnologías ofrecen diversos enfoques para hacer más accesibles las obras de arte en el espacio digital. Permiten enriquecer la información, adaptar la puesta en escena a los hábitos del usuario y crear una experiencia multisensorial. La reciente disponibilidad de ChatGPT, Google Bard y otras aplicaciones de diálogo basadas en la inteligencia artificial amplía las posibilidades, pero también trae consigo incertidumbres.


Creación de una nueva experiencia museística: el chatbot CHIM en el Museo Städel

Desde 2019, Linon Medien y DFKI trabajan en el desarrollo de un sistema de diálogo de aprendizaje para la transferencia de conocimientos en museos. El Museo Städel, como socio educativo de este prototipo de museo, proporciona al chatbot información en formato de texto y audio sobre unos 300 objetos de su colección. El principal objetivo de CHIM es ofrecer a los visitantes respuestas personalizadas y científicamente precisas a sus preguntas, ya sea sobre la historia de una obra de arte o sobre detalles concretos.
CHIM se diferencia de los asistentes lingüísticos convencionales por su método especializado de reconocimiento y procesamiento del habla (Natural Language Understanding y Natural Language Processing). Al igual que el chatbot ChatGPT publicado recientemente por OpenAI, CHIM puede entender y generar lenguaje natural. Sin embargo, CHIM se basa en una base de datos propia, válida y cuidadosamente compilada. Autores especializados han creado más de 700 comentarios de audio en formato de texto y audio para objetos seleccionados del Museo Städel.
Los conservadores los han revisado para garantizar una fuente de información fiable y adaptada a las necesidades de los visitantes. Para entrenar al chatbot, se desarrolló la aplicación y el sitio web „Preguntas al arte“, que permite a los interesados formular preguntas concretas sobre obras de arte específicas. Las tecnologías que sustentan el chatbot utilizan varios métodos para vincular la información recopilada y proporcionar una base de conocimientos exhaustiva sobre las obras de arte. Esto permite a la inteligencia artificial responder a preguntas individuales de los visitantes, ya sea sobre la historia de una obra de arte o sobre aspectos concretos del cuadro. Para los responsables, esta es la singularidad del chatbot para impartir conocimientos en los museos: los medios convencionales de educación artística, como las aplicaciones de audioguías o el etiquetado, pueden proporcionar información sobre la obra, pero no pueden abarcar todo el conocimiento existente sobre una obra de arte ni adaptar esta información a las expectativas, intereses y perspectivas individuales de cada espectador. La inteligencia artificial permite una interacción innovadora y continuamente individualizada en la transmisión de conocimientos sobre la obra de arte.


La IA en los museos: de las recomendaciones personalizadas al análisis de datos

Además de la transferencia de conocimientos, ya existen otros proyectos piloto y campos de aplicación de la IA en el sector cultural, como la optimización selectiva para una oferta cultural más atractiva y orientada al grupo destinatario. Por ejemplo, algunos museos utilizan sensores y herramientas de análisis de IA para analizar el comportamiento de los visitantes. La interpretación asistida por IA de los datos recogidos sobre patrones de movimiento y comportamiento de atención permite a los museos identificar qué exposiciones y obras de arte son especialmente atractivas y cuáles atraen menos la atención. Estas conclusiones permiten a las instituciones optimizar la ubicación de las obras de arte y mejorar el diseño general de la exposición. La IA también puede utilizarse en este contexto para hacer recomendaciones personalizadas basadas en los perfiles de los visitantes y sus interacciones anteriores con las obras de arte, sobre qué obras o exposiciones podrían interesar a cada visitante.
Sin embargo, los posibles usos de la IA no se limitan al ámbito de las exposiciones. La IA también puede ayudar a identificar obras de arte, generar metadatos automáticamente y procesar y gestionar información para la indexación, catalogación y gestión de colecciones mediante el reconocimiento de imágenes y el análisis de textos. La inteligencia artificial puede incluso desempeñar un papel importante en la restauración utilizando el análisis de imágenes de alta precisión y el reconocimiento de patrones para descubrir daños o cambios ocultos en el material. Además, la IA proporciona información valiosa sobre la composición del material y la aplicación del color, lo que puede ayudar a los restauradores a reconstruir y conservar con precisión las obras de arte. Un ejemplo impresionante es la reconstrucción de las secciones laterales perdidas del cuadro de Rembrandt „La ronda de noche“. Incluso los museos más pequeños que actualmente no pueden llevar a cabo sus propios análisis de IA debido a los recursos de personal, técnicos y financieros pueden beneficiarse de las aplicaciones de IA existentes, ya sea en la creación de textos publicitarios y de medios sociales o en la mejora de la comunicación interna mediante aplicaciones de Office. Un caso interesante de uso de ChatGPT es el de la Oficina Estatal de Museos no Estatales de Baviera: Los museos pueden utilizar este chatbot basado en IA para comprobar la eficacia de su marketing digital, por ejemplo, la visibilidad y la posibilidad de encontrar los datos del museo.

La aplicación CHIM para smartphones permite realizar consultas. Foto: Lion Medien KG

Retos y perspectivas: la IA y el futuro del museo

La combinación de arte e IA abre nuevas vías para la educación artística y la gestión de museos. Sin embargo, hay algunos retos que superar en el camino. Las posibilidades de procesar e interpretar datos con ayuda de aplicaciones asistidas por IA no están exentas de críticas.
La calidad de los datos es crucial, ya que las aplicaciones de IA se basan siempre en los datos con los que han sido entrenadas. Los museos que, como el Städel Museum, utilizan sus propios conjuntos de datos deben asegurarse de que sean de alta calidad y fiables. También es importante garantizar que estos datos sean inclusivos y estén libres de sesgos. En cuanto a la protección de datos, las instituciones deben poder garantizar que la información recopilada y procesada sobre los visitantes cumple la normativa de protección de datos y está adecuadamente protegida. Si se utilizan aplicaciones apoyadas en IA como ChatGPT, que no se basan en datos propietarios sino en datos públicos y no protegidos de todo Internet, hay que tener en cuenta otros factores: los datos recogidos por la IA pueden ser tan erróneos como las respuestas dadas por el chatbot, cuyas respuestas se basan en la vinculación de esta información según el principio de probabilidad.
La experiencia del Museo Städel demuestra que explorar el nuevo potencial del análisis de datos basado en IA merece la pena y representa un paso importante para que la educación cultural sea relevante en el futuro y permita una amplia participación. Sin embargo, en función de los recursos disponibles, los museos deben encontrar formas adecuadas de utilizar sus datos respetando la protección de datos. Para el uso de sistemas basados en IA con datos públicos, deben priorizarse los casos de uso que no planteen problemas de protección de datos y derechos de autor hasta que la situación jurídica en este ámbito esté más claramente definida.

Más información: La iglesia de Santa Cecilia de Colonia sirve ahora de Museo Schnütgen y alberga una importante colección de arte medieval, al tiempo que se conserva el carácter sagrado de la iglesia.

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