Museo Fénix de Rotterdam

En mayo de 2025 se inauguró en Rotterdam el Museo Fénix, un proyecto centrado en la migración como tema universal de la humanidad. En un almacén portuario protegido de 1923, antiguo punto de transbordo de la Holland-America Line, la sustancia histórica y la arquitectura contemporánea se funden para crear un lugar de recuerdo y encuentro.

El edificio original, conocido como el „Almacén de San Francisco“, fue diseñado por Cornelis Nicolaas van Goor y sirvió de importante centro de transbordo para la Holland-America Line, que transportaba millones de emigrantes entre Europa y América. La restauración del edificio de 16.000 m² corrió a cargo de la oficina de Rotterdam de Bureau Polderman, que conservó la estética industrial al tiempo que integraba los requisitos modernos de accesibilidad y utilización.

La pieza central del museo es el „Tornado“, una escultura de doble escalera de caracol de 30 metros de altura hecha de acero inoxidable pulido, diseñada por el estudio de arquitectura chino MAD Architects bajo la dirección de Ma Yansong. La estructura en espiral simboliza los impredecibles caminos de los emigrantes y conecta el pasado, el presente y el futuro. Ma Yansong describe el „tornado“ como una metáfora de los viajes de los emigrantes que pasaron por este edificio.

La escalera consta de 336 peldaños y está revestida con 297 paneles de acero inoxidable moldeados individualmente, que se fabricaron en Groninga. La superficie reflectante crea un juego dinámico de luz y movimiento que acompaña a los visitantes en su camino hacia el mirador de 24 metros de altura.

En el interior del museo, el pasado industrial sigue siendo tangible: el hormigón visto, las estructuras abiertas y los generosos volúmenes de las salas crean una atmósfera auténtica. Esta crudeza sirve de escenario a las exposiciones, que narran historias personales de migración. La combinación de materiales históricos e instalaciones modernas permite utilizar las salas con flexibilidad para exposiciones y actos cambiantes.

En la planta baja se encuentra el „Plein“, una plaza cubierta de 2.000 m² que sirve de espacio abierto para eventos, mercados y actividades culturales. Esta zona se ha diseñado junto con la comunidad local y pretende ser un lugar de intercambio y encuentro. La idea es que las comunidades de la ciudad utilicen este espacio para compartir sus propias historias y tradiciones.

En un momento en que la migración suele instrumentalizarse políticamente, el Museo Fénix hace una declaración deliberadamente apolítica pero humanista. La combinación de arquitectura, historia y arte crea un espacio que reconoce la migración no como un problema, sino como parte integrante de la experiencia humana. El Museo Fénix no es sólo un lugar para el recuerdo, sino también un animado centro de intercambio y entendimiento.

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