El Pabellón Japonés explora la interacción entre el mundo construido y sus usuarios con una amplia variedad de dibujos arquitectónicos. Desde finales de la década de 1990, el estudio de arquitectura Atelier Bow-Wow, con sede en Tokio, utiliza el dibujo para analizar y documentar la arquitectura cotidiana en libros como „Made in Tokyo“ y „Pet Architecture Guidebook“. Como comisaria de este año, Momoyo Kaijima, cofundadora de Atelier Bow-Wow, se ha basado en ello y ha seleccionado obras de 42 estudiantes, diseñadores, arquitectos y artistas que trabajan con conceptos similares.

Todas las fotos: Claudia Fuchs.
El pabellón muestra una amplia gama de proyectos, desde análisis de plantas a edificios híbridos, pasando por investigaciones sobre el terreno urbano o diseños para pueblos pesqueros. Los tipos de presentación son igual de variados: se pueden encontrar dibujos más técnicos junto a estilo de novela gráfica, miniaturas axonométricas de tipologías de edificios y bloques junto a vistas de pájaro de espacios urbanos, una casa unifamiliar de Lego junto a estudios de escaleras en Valparaíso. A su manera, también transmiten lo subjetiva que es la percepción de los edificios y las manzanas. Para el observador casual, se despliega un caleidoscopio de mundos dibujados entre la documentación y la imaginación. Hay lupas del tamaño de un plato a disposición de quienes deseen profundizar en el respectivo microcosmos.
La zona bajo el pabellón elevado complementa la clásica presentación en caja blanca. Se ha transformado en un acogedor y sombreado „espacio abierto“: una plaza protegida con bancos rodeada de la vegetación casi tropical de los Giardini. Ojalá los elegantes info-móviles -los Carrelli venecianos reconvertidos en carros de mano- pudieran transformarse en puestos de comida con delicias japonesas…