En el corazón de Múnich, un espacio abierto se encuentra en compás de espera. El Marienhof, detrás del Nuevo Ayuntamiento y la Marienplatz, es una solución provisional permanente desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, es una superficie de base, de nuevo sólo una solución provisional.
El Marienhof de Múnich lleva tanto tiempo siendo una solución provisional que muchos transeúntes ya no lo reconocen como tal. En pleno centro histórico de Múnich hay una zona de césped, delimitada pulcramente por una acera de arena, unos cuantos bancos y unos cuantos abrevaderos para plantas. Los arquitectos paisajistas de bbz quieren transformarla en un pequeño parque urbano, pero antes hay que construir la segunda línea principal, la arteria del S-Bahn en el centro de la ciudad. Como parte de los trabajos de construcción, el Marienhof fue investigado arqueológicamente desde 2011. Los hallazgos se remontan a la época en que se fundó la ciudad: vajillas, libros y zapatos de la Edad Media podían incluso atribuirse a ciudadanos individuales por su nombre en algunos casos. El Marienhof lleva parado desde 2013.
La opinión de los ciudadanos
Los transeúntes tienen sentimientos encontrados sobre el Marienhof en su estado actual:
„Lo importante para una plaza es la calidad de la estancia, los asientos, las sillas, la restauración. Sin duda, esta plaza podría haberse diseñado de forma más bonita. Falta algo que invite a la gente a quedarse o donde los niños puedan jugar. No sólo un parque infantil. Algo que esté integrado, como juegos sonoros“.
„Creo que la plaza es preciosa. La plaza es como una pequeña zona tranquila en la ciudad. No tiene árboles altos, así que siempre estás sentado al sol“.
„Me gusta mucho la plaza. Se oyen las campanadas y siempre pasa algo. Los gamberros siempre se reúnen en la parte de atrás. Eso también me gusta“.
„Las plazas en la ciudad siempre están bien, Múnich tiene muchas. Pero los árboles estarían bien, sobre todo en verano“.
„La plaza de aquí no está diseñada para mí en absoluto. Es aburrida, se podría hacer más con ella. Quizá más plantas o una fuente bonita. Una plaza tiene que ser un lugar para pasar el tiempo. Hay muchas plazas históricas buenas en las que inspirarse. No hay que reinventar la plaza“.
