02.03.2025

Público

Les Violettes: Una escuela en armonía con la naturaleza

Edificios educativos

La escuela HEMAA en colaboración con Hester's Oyon en Mareil-Marly. Crédito: Sergio Grazia

Ampliación de la escuela Les Violettes: En Mareil-Marly, un suburbio de París, el estudio de arquitectura HEMAA ha realizado un notable proyecto escolar en colaboración con Hesters Oyon: la ampliación del complejo escolar Les Violettes. El proyecto incluye una nueva guardería, una ampliación de la escuela primaria con seis aulas y un centro de ocio. La escuela, construida en un solar de 2.000 metros cuadrados, se integra armoniosamente en el paisaje circundante y utiliza la estructura arbórea existente como elemento de diseño.


Utilización óptima de los espacios abiertos

El conjunto del edificio se diseñó para aprovechar la especial topografía del emplazamiento. La arquitectura preserva y realza el entorno natural: las fachadas transparentes y la elección de materiales de madera y vidrio garantizan una estrecha integración de los espacios interiores y exteriores. El emplazamiento de los nuevos edificios en la parte occidental del solar también permite que los espacios abiertos se utilicen de forma óptima como zonas de juego protegidas.


Diseño compacto con la máxima apertura

La ampliación de la escuela se realizó prestando especial atención a la funcionalidad y la estética. Los edificios se fragmentaron deliberadamente y se conectaron mediante dos vestíbulos luminosos de dos plantas. Mientras que uno de estos vestíbulos marca la zona de entrada de la escuela primaria, el otro sirve de enlace entre la guardería y la zona de juegos cubierta. Gracias a un amplio acristalamiento, la luz natural se canaliza hacia el interior del edificio.

Crédito: Sergio Grazia
Crédito: Nicolas Da Silva
El aluminio reflectante cambia con la luz y las estaciones. Crédito: Sergio Grazia
A la derecha, el edificio existente y la ampliación. Crédito: Sergio Grazia

Madera y hormigón

Para minimizar el tiempo de construcción y no interferir en el funcionamiento de la escuela, los arquitectos optaron por un método de construcción con madera prefabricada de producción francesa. Esto no sólo redujo el ruido durante la fase de construcción, sino también la huella de carbono del proyecto. El aislamiento es de lana de madera y los materiales naturales caracterizan todo el concepto interior. Las construcciones de madera a la vista y las paredes de hormigón sin tratar crean un ambiente auténtico y cálido.


El espejo cambia el aspecto

La elección de los materiales desempeña un papel fundamental en el concepto arquitectónico: mientras que la planta baja está revestida con listones verticales de madera, la planta superior tiene una fachada de aluminio reflectante. Este revestimiento reflectante recoge los colores del entorno y cambia el aspecto de la escuela en función del tiempo y la estación.

Crédito: Sergio Grazia
Crédito: Sergio Grazia
Las aulas. Crédito: Sergio Grazia
Construcciones visibles de madera y mucha luz natural caracterizan el entorno de aprendizaje. Crédito: Sergio Grazia

Condiciones de aprendizaje óptimas gracias a una distribución de las salas bien pensada

Otra preocupación clave de los arquitectos era promover un ambiente de aprendizaje abierto e inspirador. En la guardería, todas las aulas están situadas en la planta baja con acceso directo al exterior, un deseo expresado por los profesores para crear la conexión más estrecha posible entre las zonas de aprendizaje y las de juego. En la escuela primaria, el generoso acristalamiento entre aulas y pasillos garantiza la iluminación natural y la transparencia.


Utilizar el agua como recurso

Otro elemento sostenible es la gestión del agua de lluvia: en lugar de complejos sistemas de drenaje, el agua se canaliza hacia zonas que puedan filtrarse, sobre todo alrededor de los árboles existentes. Así se preserva el ciclo natural del agua y se mejora al mismo tiempo el microclima.

El proyecto de la escuela Les Violettes es un ejemplo de cómo la arquitectura contemporánea y la construcción sostenible pueden ir de la mano. La combinación de construcción en madera, organización espacial bien pensada e integración sensible en la naturaleza crea un entorno que no sólo es funcional, sino también inspirador. La escuela se convierte así en un lugar para aprender, jugar y crecer, rodeado de los árboles de Mareil-Marly.

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