18.07.2025

La UNESCO selecciona los nuevos sitios del Patrimonio Mundial 2025

Los castillos reales del rey Luis II, aquí el castillo de Neuschwanstein, son ahora Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Foto: © BAYERISCHE SCHLÖSSERVERWALTUNG - WWW.KREATIV-INSTIKT.DE

Los castillos reales del rey Luis II, aquí el castillo de Neuschwanstein, son ahora Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Foto: © BAYERISCHE SCHLÖSSERVERWALTUNG - WWW.KREATIV-INSTIKT.DE

En su reunión de París, el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO inscribió doce sitios excepcionales en la Lista del Patrimonio Mundial. Esta decisión amplía la memoria cultural de la humanidad al incluir importantes sitios de Europa, Asia, África y América. Alemania también puede alegrarse: con la inclusión de los palacios reales de Luis II, el número de sitios alemanes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO asciende ahora a 55.


De los reyes de cuento a la cultura megalítica

Uno de los aspectos más destacados de la nueva Lista del Patrimonio Mundial 2025 es la designación de los castillos bávaros de Neuschwanstein, Linderhof, Herrenchiemsee y la Casa Real de Schachen. Estas obras maestras del historicismo arquitectónico se consideran expresión del anhelo romántico del rey Luis II por un pasado idealizado. La Presidenta de la Comisión Alemana para la UNESCO, Maria Böhmer, expresó su satisfacción: „La inclusión de los palacios en la Lista del Patrimonio Mundial es un gran honor para estos impresionantes lugares. Todos ellos son obras maestras de la arquitectura y dan testimonio de la imaginación artística, pero también de la excentricidad del rey de los cuentos. Neuschwanstein, Linderhof, la casa real de Schachen y Herrenchiemsee eran el material de los sueños de Luis II. Hoy forman parte del patrimonio de toda la humanidad. Mi más sincero agradecimiento a todos los que han trabajado tanto para este éxito“.
El yacimiento megalítico de Carnac, en la costa atlántica francesa, ofrece una visión especial de la relación entre el hombre y el paisaje. Durante más de 2000 años, el hombre erigió hileras monumentales de piedras, dólmenes, menhires y túmulos funerarios durante el Neolítico. Estos primeros ejemplos de imaginería simbólica representan animales, símbolos abstractos y objetos estrechamente relacionados con su entorno. No menos importante es el patrimonio minoico de Creta. Los palacios minoicos de Cnosos, Faistos, Malia y otros lugares representan la pieza central de una cultura muy desarrollada que floreció entre el 2800 y el 1100 a.C.. Edificios de varias plantas con patios, pinturas murales y talleres dan testimonio de una sofisticada planificación urbana y de un amplio comercio en la región mediterránea. En Italia se honraron las „Domus de Janas“ de Cerdeña, cámaras funerarias prehistóricas excavadas en la roca, que se construyeron entre el V y el III milenio a.C.. Combinan la arquitectura megalítica con la subterránea y muestran hasta qué punto Cerdeña ya estaba conectada con otras regiones de Europa y el Mediterráneo en aquella época. Turquía también fue honrada con una importante entrada: la antigua ciudad de Sardis, en Anatolia occidental, antaño centro del Imperio lidio, se considera el lugar de origen de la moneda. Junto con la monumental necrópolis de Bin Tepe, refleja la riqueza y la independencia cultural de Lidia.


Del budismo al arte rupestre de la Edad de Hielo

En Rusia, la cueva de Schulgan-Tash, en el sur de los Urales, conserva pinturas rupestres de unos 20.000 años de antigüedad: representaciones de mamuts, bisontes y figuras humanas que figuran entre las obras de arte más antiguas conocidas en Eurasia. La cueva documenta el patrimonio cultural de las sociedades cazadoras de la Edad de Hielo y es ahora uno de los nuevos lugares Patrimonio de la Humanidad más importantes de 2025. En Corea del Sur, las pinturas rupestres a lo largo del río Bangucheon son impresionantes. Los grabados que representan escenas de caza, animales y símbolos se extendieron a lo largo de tres kilómetros durante miles de años: un impresionante testimonio del desarrollo cultural en la península coreana desde el Neolítico hasta el siglo IX. Tayikistán celebra la inclusión de los sitios del patrimonio cultural de la antigua Khuttal, un reino medieval de la Ruta de la Seda. Entre los siglos VII y XVI, Khuttal fue un centro de comercio, intercambio de conocimientos y diversidad religiosa, visible en templos budistas, palacios y caravasares. En Vietnam, se honró el paisaje cultural espiritual en torno al monte Yen Tu. Esta región se considera el lugar de origen del budismo vietnamita Truc Lam. Incrustados en el entorno natural hay pagodas históricas, ermitas y templos, armoniosamente alineados según principios como el Feng Shui. El lugar ilustra la estrecha conexión entre naturaleza, religión y sociedad en el histórico reino de Dai Viet.


Ciudades hundidas y rituales vivientes

Port Royal, en Jamaica, es un ejemplo excepcional de la historia transatlántica. Antaño importante centro comercial y refugio de corsarios, gran parte de la ciudad se hundió en el mar en 1692 tras un fuerte terremoto. Hoy, las ruinas de casas, edificios administrativos y fortalezas yacen bajo el agua y ofrecen una visión única de la vida colonial en el Caribe. En México se rinde homenaje a la peregrinación wixárika a Wirikuta. Cada año, la comunidad indígena emprende un viaje espiritual de cientos de kilómetros, a lo largo de rutas precolombinas, hacia lugares sagrados, acompañados de rituales que preservan el equilibrio entre el hombre y la naturaleza. La inclusión de este sitio honra un patrimonio espiritual vivo que aún se mantiene en la actualidad. Por último, Panamá recibe una entrada por la Ruta Transístmica colonial. Esta histórica ruta terrestre entre el Caribe y el Pacífico fue de enorme importancia para el imperio colonial español a partir del siglo XVI, mucho antes de que existiera el Canal de Panamá. Los asentamientos, caminos y yacimientos arqueológicos situados a lo largo de esta ruta son testimonio de una red de comercio mundial en una época de profundas transformaciones.
Con estas doce nuevas inscripciones, la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO ha crecido para incluir sitios culturales e históricos fascinantes que amplían nuestra comprensión de la historia de la humanidad. Los nuevos sitios del Patrimonio Mundial 2025 demuestran de manera impresionante que nuestro patrimonio no reside únicamente en palacios y ruinas, sino también en las historias, los rituales y las conexiones entre las personas y la naturaleza, en todos los continentes.

Más información: Cómo fue la solicitud del título de Patrimonio Mundial de la UNESCO para los palacios reales.

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