01.04.2025

Vivir

La casa con dos caras

En el noreste de España, en un pequeño suburbio de Zaragoza llamado Almonacid de la Sierra, se creó este edificio poco convencional para una pareja de recién casados. Los madrileños María Langarita y Víctor Navarro respondieron al deseo de los clientes de combinar la comodidad de su casa en la ciudad con las ventajas de un suburbio. De ahí también el inusual planteamiento del diseño de la casa. En sentido figurado, la casa podría verse como una metamorfosis entre una vivienda urbana y un frondoso bosque. Así debe interpretarse también el dibujo de los dos arquitectos en el que se muestra este acoplamiento: La pareja se sitúa entre un bosque y una urbanización convencional. El resultado es la „Casa Doble“, como la llaman los arquitectos.

El edificio de dos plantas se basa en una planta rectangular. Delante de este cuerpo principal se colocó una terraza en las fachadas este y sur, que se asienta sobre soportes. Esta terraza, que puede verse como una especie de primer plano, también es esencial para el carácter de la casa. Su forma atípica y dentada pretende simbolizar los árboles de forma abstracta. A esta terraza se puede acceder desde todas las habitaciones de la planta superior. La estructura de madera que cubre la zona exterior parece a primera vista una especie de celosía. Sin embargo, sirve de soporte para plantas trepadoras de hoja caduca y proporciona sombra suficiente en verano y protección contra las miradas indiscretas de la calle.

En conjunto, el diseño pretende ofrecer a la pareja muchos espacios abiertos, pero también más intimidad que en su anterior piso urbano. También ofrece mucho espacio para invitados y grandes celebraciones familiares, como es típico en el sur de Europa. La „zona de fiesta“, como la llaman los arquitectos, se ha diseñado especialmente para este fin.

El salón-comedor central de la planta superior está dividido en distintas zonas por una célula de cocina poligonal: Desde alcobas protegidas hasta habitaciones más espaciosas. Sin embargo, estas zonas y áreas están conectadas entre sí sin umbrales: la palabra clave es espacios fluidos.

Fotos: Luis Díaz Díaz

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