El pabellón irlandés interpreta el tema Freespace de la 16ª Bienal de Arquitectura de un modo agradablemente tranquilo. Tras 317 metros lineales de exposición principal en la antigua fábrica de cuerdas y varios pabellones nacionales, quien llegue aquí se alegrará del ambiente relajado. Como en los mercados de nuestra infancia, los puestos se alternan con asientos acogedores, el periódico local -aquí el Free Market News- está expuesto y el programa de radio local suena de fondo.
„Aprender de los pueblos pequeños“ es el lema, ya que uno de cada tres irlandeses vive en un pueblo pequeño. Por eso no es de extrañar que, en lugar de adaptar estrategias sostenibles para aglomeraciones de alta densidad, se busquen nuevas ideas pioneras para zonas urbanizadas. Para los seis comisarios de la muestra, el mercado local es el eje de la remodelación urbana. Siempre ha estado en el centro de los acontecimientos, donde se ha comerciado e intercambiado información a lo largo de los siglos, y la plaza ha sido a la vez lugar de encuentro social y de justicia. Y aquí los comisarios recurren a un truco: en lugar de los prestigiosos edificios que suelen bordear estas plazas, muestran videoclips e imágenes de plazas vacías e inhóspitas que se utilizan en gran medida como aparcamientos, en línea con la tendencia universal hacia los centros comerciales en zonas verdes. Sin embargo, las cualidades de las plazas siguen ahí, instantáneas de entradas y escaparates muestran el encanto de los lugares y las especiales identidades locales.
Con su presencia en Venecia, los comisarios quieren llamar la atención sobre „la resistencia de las pequeñas ciudades en un contexto internacional“. La Bienal no es la única parada: la exposición viajará después a Irlanda para recoger historias de todo el país y seguir desarrollándolas.
Todas las fotos: Matthew Thompson.
