06.03.2025

Infraestructura verde-azul: qué puede hacer, para qué sirve

Para superar los retos de nuestro tiempo, las ciudades confían en las infraestructuras verde-azules. Crédito: Unsplash

La infraestructura azul-verde es un concepto que pretende integrar los ciclos naturales del agua y los elementos verdes del paisaje en la planificación urbana. Combina soluciones basadas en el agua (azules) y en la vegetación (verdes) para que las ciudades sean más resistentes al cambio climático, al tiempo que fomentan la calidad de vida y la biodiversidad. Este concepto es cada vez más importante para hacer frente a los retos que plantean las fuertes precipitaciones, las inundaciones y el aumento de las temperaturas en las zonas urbanas.


Desafíos: Cambio climático y urbanización

El creciente sellado de las superficies en las ciudades hace que el agua de lluvia ya no pueda filtrarse y, en su lugar, fluya rápidamente hacia el sistema de alcantarillado. Esto aumenta el riesgo de inundaciones en caso de lluvias torrenciales. Al mismo tiempo, las islas de calor urbano provocadas por el hormigón y el asfalto contribuyen al calentamiento de las ciudades. El cambio climático está agravando estos problemas con lluvias más intensas y periodos de calor más prolongados.

La infraestructura verde-azul ofrece una forma sostenible de abordar estos problemas imitando los procesos naturales e integrándolos en el diseño urbano.


Soluciones para infraestructuras verde-azules

Jardines de agua de lluvia

Los jardines de agua de lluvia son canaletas o depresiones plantadas que recogen el agua de lluvia de tejados o calles. Permiten que el agua se filtre lentamente y sea limpiada por el suelo antes de llegar a las aguas subterráneas. Esto reduce la carga del sistema de alcantarillado y minimiza el riesgo de inundaciones. Los jardines de agua de lluvia también proporcionan un hábitat para insectos y aves, fomentan la biodiversidad y contribuyen a la mejora visual de los barrios urbanos.

Tejados verdes

Los tejados verdes son superficies cubiertas de plantas que almacenan el agua de lluvia y la liberan lentamente. Ayudan a enfriar los edificios, mejoran la calidad del aire y proporcionan un hábitat para plantas y animales. En ciudades densamente pobladas como Berlín o Copenhague, los tejados verdes contribuyen a reducir las islas de calor urbanas y a regular el volumen de agua durante las lluvias torrenciales.

Ríos renaturalizados

Los ríos renaturalizados en su forma natural pueden controlar mejor las inundaciones, ya que se crean zonas inundables en las que el agua se filtra lentamente. Un ejemplo es el Isar de Múnich, que no sólo mejora la protección contra las inundaciones gracias a las medidas de renaturalización, sino que también sirve de zona recreativa local. Estos proyectos fomentan la biodiversidad y refuerzan el vínculo entre los habitantes de las ciudades y la naturaleza.

Humedales

Los humedales, como las turberas y las marismas, almacenan grandes cantidades de agua y actúan como amortiguadores naturales en caso de inundación. En contextos urbanos, los humedales creados artificialmente pueden filtrar el agua, descomponer los contaminantes y fomentar la biodiversidad. Al mismo tiempo, actúan como sumideros de carbono, lo que contribuye a la adaptación climática.


Ventajas de la infraestructura verde-azul

  1. Mayor retención del agua

Al integrar elementos como jardines de agua de lluvia y humedales, el agua se mantiene en el espacio urbano durante más tiempo, lo que evita inundaciones y favorece la recarga de las aguas subterráneas.

  1. Mejora del microclima

Los tejados verdes y las zonas vegetales refrescan la temperatura ambiente y reducen los efectos de las islas de calor. La evaporación también garantiza un nivel de humedad agradable.

  1. Fomento de la biodiversidad

Las infraestructuras verde-azules crean nuevos hábitats para plantas, insectos y animales. Los ríos y humedales renaturalizados aumentan la biodiversidad en las ciudades.

  1. Calidad de vida para los habitantes de las ciudades

Los espacios verdes fomentan el bienestar mental, ofrecen oportunidades recreativas y mejoran la calidad del aire. Contribuyen a un diseño urbano más atractivo y fomentan la interacción social.

  1. Adaptación al clima y sostenibilidad

Al reducir el impacto de las lluvias torrenciales, almacenar carbono y enfriar las ciudades, las infraestructuras verdeazuladas contribuyen de forma significativa a la adaptación al cambio climático.


Ejemplos de aplicación con éxito

Singapur: Con el concepto „Ciudad en un jardín“, Singapur ha integrado numerosos jardines de aguas pluviales y fachadas verdes para evitar inundaciones y reverdecer la ciudad.

Copenhague: Tras las graves inundaciones, la capital de Dinamarca ha implantado un sistema integral de gestión de las aguas pluviales que favorece los espacios verdes y las vías fluviales urbanas.

Berlín: Proyectos como la „Ciudad Esponja de Berlín“ combinan tejados y fachadas verdes con la gestión de las aguas pluviales para aliviar la carga del sistema de alcantarillado.


Conclusión

La infraestructura verde-azul es un planteamiento de futuro para hacer las ciudades más resistentes, sostenibles y habitables. Al integrar los procesos naturales, ofrece soluciones a los problemas medioambientales más acuciantes de nuestro tiempo, mejora el microclima urbano y aumenta la calidad de vida de los residentes. Las ciudades que siguen este camino no sólo se benefician ecológica, sino también económica y socialmente.

Más información sobre el tema y nuestra campaña STOP THE FLOOD aquí.

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