04.07.2025

Hüllen – ¡Ya está aquí el maestro de obras de julio/agosto de 2025!

Belleza enigmática: escultura cubierta con una lona en un nicho de la Pinacoteca do Estado de São Paulo. El imponente edificio de ladrillo del siglo XIX sirve de museo de arte y ha sido remodelado y ampliado una y otra vez. Foto de portada: Uélvis Santana | Pexels

Hace tiempo que las fachadas pueden ofrecer algo más que protección. Pero, ¿cómo pueden también contribuir activamente a la gestión de los recursos, ahorrar energía y marcar acentos arquitectónicos al mismo tiempo? Nuestra serie sobre circularidad continúa con un número doble sobre fachadas adaptables, materiales reciclables, sistemas modulares y estructuras ecológicas. Para que las envolventes de los edificios se conviertan en componentes activos del ciclo de la construcción.


De la protección a la visión del mundo

El caparazón. Una palabra que promete más de lo que revela en un principio. En biología, protege la vida. En moda, oculta y revela al mismo tiempo. ¿Y en arquitectura? Es a la vez un escudo protector y un escaparate, un amortiguador del calor y una visión del mundo.


Respira hondo

En este número doble B7/8, analizamos lo que las envolventes pueden hacer hoy en día… y lo que deberían hacer. Porque ya no son sólo fachadas. Son sistemas performativos, zonas climáticas reguladoras, superficies comunicativas. Pueden ahorrar energía, crear atmósfera, permitir que un edificio respire. Pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿son las conchas inteligentes el próximo gran paso hacia la arquitectura sostenible, o meros trucos caros con un buen valor de relaciones públicas?


Adaptación en el ciclo

Los proyectos de este número muestran las diferentes respuestas de los arquitectos a esta cuestión. Algunos diseñan fachadas adaptables que reaccionan a la posición del sol, el tiempo o el clima interior, mientras que otros se centran en la simplicidad radical, en materiales que se dejan envejecer y no eluden la idea de circulación.


Transición suave

Una cosa está clara: la envoltura del futuro no sólo debe ser eficiente desde el punto de vista energético, sino también circular. Pero es precisamente aquí donde surge el dilema: lo que hoy es alta tecnología mañana puede ser un residuo peligroso. Entonces, ¿cómo construir una segunda piel que no sólo proteja nuestro presente, sino que también cure el futuro? Quizá tengamos que volver a ver las conchas como zonas de transición, no como límites rígidos, sino como membranas vivas entre el interior y el exterior, entre las personas y el medio ambiente. Lugares de intercambio, no de demarcación.


Reflexiones sobre el futuro

Este número es un alegato a favor de la envolvente como espacio para el pensamiento. Por una nueva autoimagen arquitectónica que vea la tecnología no sólo como un fin en sí mismo, sino como un medio para una actitud. Porque la fachada protege, pero también revela lo que pensamos. Sobre la energía, sobre la estética, sobre el futuro.


Recién envuelto

Así que hojee este número, que no sólo muestra lo que las conchas pueden hacer hoy en día, sino también lo que cuentan. Sobre espacios, personas y la valentía de repensar la arquitectura desde fuera hacia dentro y viceversa. Y, como siempre, no dude en escribirme si siente alguna contradicción, le gustaría compartir nuevas perspectivas o simplemente quiere decir qué contribución le ha conmovido personalmente. Disfrute de la lectura y reflexione sobre lo que mostramos cuando „sólo“ vemos la portada.

Reciba un cordial saludo,
Tobias Hager

Redactor jefe
t.hager@georg-media.de

La revista ya está disponible en la tienda.

En mayo, nuestro número Baumeister estuvo dedicado a los materiales. Lee más aquí.

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