El hotel „Svart“ de Snøhetta se convertirá en el primero en cumplir la norma de casa pasiva en el Círculo Polar Ártico. El objetivo es reducir las necesidades energéticas anuales en un 85%. Para lograrlo, el edificio también producirá su propia energía, un requisito previo para la construcción sostenible en el frío norte, según los arquitectos.
1er premio Snohetta
Huella minimizada
El emplazamiento del futuro hotel se encuentra en Noruega, al pie del glaciar Svartisen. Svart significa „negro“ y „azul“, por lo que el nombre del hotel hace referencia al hielo oscuro del glaciar.
„Construir en un lugar tan precioso conlleva obligaciones en cuanto a la conservación de la naturaleza. Por eso era importante para nosotros crear un edificio sostenible que dejara una huella ecológica mínima“, explica Kjetil Trædal Thorsen, uno de los socios de Snøhetta.
Esto empieza por la estructura de soporte: el diseño prevé una construcción sobre pilotes situada bajo la superficie del agua. Esto significa que el paisaje sólo se toca en algunos puntos. La estructura portante también hace referencia a los métodos de construcción locales: Las vigas en forma de A proceden del llamado „Fiskehjell“, una estructura para secar pescado. „Rorbue“ es la casa del pescador asociada, que, al igual que el Hotel Svart, se alza sobre pilotes. También se está creando un camino panorámico entre la superficie del agua y la estructura sobre pilotes. Los aficionados a los deportes acuáticos podrán remar por debajo.
Diseño energético
Para cumplir la norma energética, los arquitectos recopilaron datos sobre el curso del sol en el contexto del paisaje montañoso. „Este estudio fue decisivo para la forma redonda del edificio. Las habitaciones del hotel, el restaurante y las terrazas están estratégicamente situados para aprovechar al máximo la luz natural disponible durante todo el año“, explican los arquitectos. También hay paneles solares en el tejado: „Gracias a las largas noches de verano de esta zona, aquí podemos conseguir un alto rendimiento“.
Las terrazas empotradas sirven de protección solar y de intimidad, de modo que en verano no se necesita refrigeración adicional. En invierno, el sol más bajo sirve de fuente de calor natural.
El acceso al hotel sólo será posible en barco. Por ello, parte del concepto global consiste también en ofrecer un servicio de barco energéticamente neutro entre el hotel y la ciudad de Bodø, la más cercana.
