Haus Iglasee: Vivir con vistas a los viñedos

Bernardo Bader Architekten realizó una acogedora casa unifamiliar construida con elementos de madera en un pueblo vinícola de las afueras del sur de Viena. Gracias a su diseño único, pero agradablemente sencillo, la „Casa Iglasee“ se integra perfectamente en su vecindario.

Al final de una calle sin salida de Perchtoldsdorf, una localidad vinícola de la Baja Austria, se alza la „Casa Iglasee“, diseñada por el estudio de arquitectura Bernardo Bader, con sede en Bregenz. La característica más llamativa de la casa unifamiliar de dos plantas, que forma el extremo del pueblo por el oeste, es sin duda la fachada de madera de abeto vidriada en negro. Rodeada de viñedos, la casa minimalista se integra en el aspecto de los demás edificios residenciales de Iglseegasse a pesar de -o quizá gracias a- su fachada especial.

No sólo la construcción con elementos de madera y el tejado negro de Eternit caracterizan la „Casa Iglasee“. En particular, la cubatura de la casa, la planta estrecha y alargada, hacen que esta acogedora vivienda sea única. Aunque el nuevo edificio llama la atención por su planta poco habitual y su fachada de madera negra, para los arquitectos era importante que la casa se integrara en el barrio de la mejor manera posible. Así describe Bernardo Bader el proceso de creación: „Teniendo en cuenta la génesis del lugar, imaginé una casa que se caracteriza por un aura de gran relajación y que consigue traducir el espíritu del lugar en una arquitectura hogareña sin gestos pretenciosos“. Un muro rodea también la propiedad de 1.842 metros cuadrados. La „Casa Iglasee“, destinada a vivienda de una familia joven, se terminó a principios de 2020.

La amplia zona de entrada divide la casa en dos áreas de uso en la planta baja. Por un lado está la zona de estar, junto a ella hay un pequeño apartamento, un garaje y un amplio jardín. Al entrar en la casa, se tiene una vista impresionante de las profundidades del edificio. La distribución de las habitaciones está diseñada como una enfilada, lo que significa que tanto las habitaciones de la planta baja como las de la planta superior pueden utilizarse de forma flexible e intercambiable.

La parte trasera del salón está abierta por arriba y las paredes están revestidas de madera hasta el techo. La madera clara confiere a la sala de estar un ambiente cálido y acogedor. Sin embargo, la madera de abeto sin tratar no sólo se eligió para el diseño de suelos y paredes. La escalera de un solo tramo que conduce a la planta superior de la casa también es totalmente de madera. El leitmotiv de la madera también se refleja en la elección de algunos de los muebles. Aquí se han aprovechado claramente todas las ventajas del material, ya que la madera no sólo es duradera y crea un ambiente acogedor, sino que también garantiza un buen clima interior. Las generosas ventanas de madera y aluminio de abeto aceitado no sólo proporcionan suficiente luz natural a la zona de estar, sino que también ofrecen una excelente vista del jardín y los viñedos circundantes.

La casa „Avos „, del arquitecto austriaco Oliver Steinbauer, también es negra y está situada en medio de viñedos.