31.03.2025

Giuliani & Hönger sobre Johnson Wax Company

Johnson Wax Company

Johnson Wax Company
Lorenzo Giuliani y Christian Hönger
1939 D.C.

En su libro „Reminiscencia“, Benedict Esche y Benedikt Hartl retratan la especial relación entre el edificio y el arquitecto. En él, arquitectos pioneros dan su opinión, escribiendo sobre su influencia arquitectónica y el impacto de ésta en su propia obra. Aquí, Lorenzo Giuliani y Christian Hönger hablan del especial interior de una obra maestra de Frank Lloyd Wright:

Johnson Wax Company

„Contrariamente a las tendencias recurrentes de la arquitectura hacia un exterior primordialmente atractivo, nos parece significativo un retorno al interior. El fenómeno del espacio, que caracteriza a la arquitectura, ha estado presente en la historia de la arquitectura desde sus inicios, pero el concepto de espacio se acuñó sorprendentemente tarde, hace sólo poco más de cien años. En su conferencia inaugural „La esencia de la creación arquitectónica“ de 1893, August Schmarsow definió la cuestión del espacio de la siguiente manera: „El sentido del espacio y la imaginación espacial nos impulsan a diseñar el espacio y a buscar su satisfacción en un arte; lo llamamos arquitectura y podemos referirnos a ella en alemán como Raumgestalterin“. Louis I. Kahn volvió a insistir en esta preocupación en su dibujo de 1971 „Architecture comes from The Making of a Room“ (La arquitectura surge de la creación de una habitación) y la mantuvo constantemente en sus edificios. En la historia de la arquitectura, sin embargo, el desarrollo de espacios significativos siempre ha ido acompañado de un debate central paralelo: el manejo innovador de la gravedad. La combinación de estructura portante y espacial encierra un asombroso potencial para el diseño de espacios poderosos. La estructura no es un fin en sí misma, sino que sirve para crear espacio y un diseño espacial integral. Si esta conexión tiene éxito, se crea una cualidad transhistórica fundamental.

Como ejemplo de este concepto, elegimos el vestíbulo de oficinas del edificio administrativo de la Johnson Wax Company en Racine, obra de Frank Lloyd Wright de 1939. El espacio y la estructura del edificio son bien conocidos. Las cualidades predominantes residen, por un lado, en que se despiertan recuerdos de tipologías tradicionales, pero al mismo tiempo se cuestionan y reinventan. La estructura regular recuerda al vestíbulo con columnas de una mezquita o a otros tipos de salas similares. Sin embargo, la sala no está formada por una retícula de columnas, sino por columnas en forma de seta, solitarias y aparentemente inconexas, que parecen balancearse debido al estrechamiento de la parte inferior. Por primera vez en la historia de la arquitectura, la luz penetra filtrada en el espacio intermedio, en lugar de la tradicional cúpula por razones estáticas, precisamente „donde el edificio suele resultar más engorroso debido a la cornisa“ (Bruno Zevi). Los muros exteriores permanecen cerrados, de modo que el espacio se encierra como una pila. Por otra parte, se evocan asociaciones de mundos de experiencia que nos afectan no sólo como arquitectos, sino también como seres humanos. Nos parece estar de pie en un bosque cartesiano o ver el cielo desde el fondo de un acuario „miramos hacia la luz, como peces desde el fondo de un estanque“ (Henry Russell Hitchcock), los discos redondos superiores recuerdan las hojas de nenúfares gigantes que parecen nadar entre los tubos de cristal (Siegfried Giedion). Se ha creado así un espacio poderoso que evoca emociones fuertes, deja una impresión mágica y se graba para siempre en nuestra memoria“.

Puede encontrar más información sobre el libro aquí

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