17.07.2025

Experiencia emocional del espacio a través del reverdecimiento radical

Vista aérea del proyecto "More Feeling" de SOWATORINI Landscape: experiencia emocional del espacio a través de un reverdecimiento radical y estructuras vegetales ricas en especies en el patio. Foto: Sowatorini

Vista aérea del proyecto "More Feeling" de SOWATORINI Landscape: Experiencia emocional del espacio a través de un reverdecimiento radical y estructuras vegetales ricas en especies en el patio. Foto: Sowatorini

En un momento en que la arquitectura y el urbanismo se reducen cada vez más a la funcionalidad y la eficiencia, el proyecto „More Feeling“ de SOWATORINI Landschaft es un contramodelo fuerte y deliberadamente emocional. El diseño permite experimentar cómo una vegetación consistente no sólo puede transformar atmosféricamente los espacios, sino también influir directamente en la percepción, la sensación corporal y el estado de ánimo de las personas. Dos atmósferas espaciales completamente diferentes se encuentran y abren una nueva dimensión de múltiples capas de experiencia espacial emocional.

Mediante un diseño radical y diverso de la vegetación, la naturaleza no se ve aquí como un accesorio decorativo, sino como el medio central del diseño, y configura la experiencia del lugar de forma directa.


Dos ambientes, un objetivo: ¡más sentimiento!

El diseño „More feeling“ escenifica deliberadamente el choque de dos ambientes contrastados. Arriba: soleado, aireado, abierto. Abajo: denso, húmedo, misterioso. Esta tensión espacial no es decorativa, sino narrativa. Hace visible y tangible hasta qué punto los espacios pueden afectar de forma diferente a las personas, y hasta qué punto la naturaleza puede no sólo reforzar este efecto, sino hacerlo posible en primer lugar.

La atención no se centra en la clásica cuestión de la usabilidad o la estética, sino en el efecto directo sobre la experiencia corporal del espacio: ¿cómo cambia nuestra percepción cuando descendemos de una altura despejada a una espesura sombría? ¿Qué nos produce caminar entre las plantas en lugar de limitarnos a mirarlas? Este proyecto nos reta a volver a habitar los espacios con todos nuestros sentidos.


El patio superior: ligereza, fragancia y transparencia

El nivel superior del patio se caracteriza arquitectónicamente por estar situado en el tejado de un almacén de museo. Aquí reinan unas condiciones áridas y secas, que se transforman en una sensación de ligereza y espacio gracias a una vegetación selecta y rica en especies. A lo largo de 650 metros cuadrados, los visitantes se encuentran con zonas de plantas perennes cuya interacción de colores, fragancias y estructuras de filigrana crean no sólo una cualidad estética, sino también una resonancia emocional.

Plantas como la hierba gota de rocío y la festuca otoñal, complementadas por plantas bulbosas, forman un tejido vegetal que combina ligereza, movimiento y fragancia. Esta zona es una antítesis de la vida urbana cotidiana, un espacio de desaceleración que transmite casi poéticamente el tema de la experiencia espacial emocional a través de la interacción de la luz y la vegetación.

Foto: Sowatorini
Foto: Sowatorini
Foto: Anja Schneider
Foto: Anja Schneider
Foto: Sowatorini
Foto: Sowatorini
Foto: Sowatorini
Foto: Sowatorini
Foto: Sowatorini
Foto: Sowatorini
Foto: Sowatorini
Foto: Sowatorini

El patio bajo: la espesura como espacio experimental para el cuerpo y los sentidos

El nivel inferior es radicalmente distinto. Aquí, la naturaleza no se domestica, sino que se escenifica como una espesura densa, casi salvaje. Un lugar que no es inmediatamente accesible, que elude la mirada rápida y sólo despliega su efecto a través de la apropiación física. Caminos sin barreras y senderos estrechos se adentran en una densa vegetación de más de 850 árboles, flanqueados por arbustos sombríos que crean una atmósfera casi arcaica.

Esta zona es un reto: caminar, detenerse, perderse. La escultura „Pathfinder“ sirve de momento artístico que provoca la interacción. Aquí, la naturaleza no se presenta de manera museística, sino escenificada de forma viva y revoltosa. La experiencia espacial emocional no se crea a través de la contemplación, sino del movimiento, de la inmersión en otro mundo.


La vegetación como caja de resonancia emocional

La plantación no tiene fines decorativos, sino que forma parte integrante del concepto global. Convierte el espacio en una experiencia. 10.000 plantas vivaces, 10.000 bulbos de flor, 850 arbustos: estas cifras hablan de una densidad vegetal que no sólo favorece la biodiversidad en su diversidad, sino que también carga el ambiente.

La elección de las plantas sigue una línea clara: en la parte superior, plantas resistentes a la sequía con ligereza estética; en la parte inferior, plantas leñosas robustas, como las que se encuentran en los bordes de los bosques casi naturales: cerezo cornalino, arce de campo, cornejo, serbal. Los arbustos clásicos de jardín, como la hortensia de terciopelo, rompen el cuadro y señalan el carácter artificial del lugar. Esta mezcla de lo salvaje y lo diseñado crea una tensión que mantiene vivo el espacio.


La sostenibilidad se une a la sensualidad

Pero el proyecto „Mehr Gefühl“ no sólo destaca por su estética y su ambiente. Cumple las normas más estrictas de sostenibilidad. El desprecintado de más de 1.500 metros cuadrados del patio inferior no sólo reduce significativamente la escorrentía superficial, sino que permite el desarrollo de una vegetación sana y permanente. El riego se consigue mediante una utilización innovadora de las superficies del tejado del museo: cisternas, bombas, sondas y boquillas de niebla garantizan un suministro de agua que ahorra recursos.

Estas medidas ecológicas no son un fin técnico en sí mismas, sino que contribuyen directamente al efecto atmosférico: Enfriamiento por evaporación, efecto de sombra, un microclima notablemente más agradable que intensifica la experiencia emocional del espacio.


El espacio como oferta emocional

El diseño entiende el espacio no funcionalmente, sino como una oferta a las personas. Los nuevos asientos de la rampa, el pequeño escenario frente a la vegetación, la invitación a moverse por la espesura… todos ellos son escenarios espaciales que implican al cuerpo, fomentan la interacción y configuran activamente la estancia.

Es notable que este proyecto apueste sistemáticamente por la vegetación, tanto en términos de diseño como económicos: la proporción de los costes totales de construcción que representa la plantación es excepcionalmente alta. Aquí, el espacio se crea a través de la naturaleza, no como un accesorio, sino como el medio central del diseño.


Más sentimiento, más futuro

El proyecto „More Feeling“ demuestra de forma impresionante el potencial que encierra un diseño coherente de los espacios urbanos basado en la vegetación. Combina aspectos ecológicos, sociales y estéticos de forma ejemplar y se centra en algo que a menudo se pasa por alto en el debate actual sobre sostenibilidad: la experiencia emocional del espacio.

Cuando los espacios nos tocan física y sensorialmente, se crea un vínculo. Cuando la naturaleza no es sólo un telón de fondo, sino un espacio para la experiencia, crece una nueva comprensión de nuestro entorno. Y eso es exactamente lo que las ciudades necesitan hoy más que nunca: Espacios que nos hagan sentir.

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