Los residuos de la construcción no son basura. ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de „deshacerse“ de baldosas viejas, piedra natural y otros materiales minerales reciclables, envases o residuos problemáticos, y cómo se pueden evitar los residuos en la empresa y en la obra?

para que puedan reciclarse industrialmente. Foto: BVSE - Bundesverband Sekundärrohstoffe und Entsorgung e.V.

La obra como fuente de recursos
Las empresas de piedra natural se enfrentan a diario a residuos, envases y residuos peligrosos, ya sea en la oficina, en el almacén, en el taller o en la obra. Si, por ejemplo, se sustituyen baldosas de balcones en las instalaciones del cliente, se producen varios materiales de demolición al mismo tiempo: Las baldosas viejas, incluido el adhesivo adherente, la lechada y el sellador, el mortero, el betún y los restos de yeso, los escombros de la construcción y los residuos. Una vez desembaladas las baldosas nuevas, se amontonan materiales de embalaje como cajas de cartón, film y poliestireno. Una vez terminadas las obras, quedan cartuchos de silicona vacíos o botes de espuma de montaje junto con restos de adhesivo para baldosas o de lechada. Esto siempre provoca incertidumbre sobre cómo „deshacerse“ de todo correctamente.
El sector de la construcción es el sector económico que más recursos y residuos genera. Según la Oficina Federal de Estadística, los residuos de construcción y demolición representaron la mayor parte (aproximadamente el 54%) del total de residuos brutos generados en Alemania en 2018, con unos 228 y 219 millones de toneladas respectivamente. Una proporción considerable de estos fueron residuos minerales, alrededor del 90% de los cuales se reciclaron como tierra excavada y materias primas minerales, o „respetuosas con el medio ambiente“, según un informe de seguimiento publicado recientemente por Kreislaufwirtschaft Bau.
El 6,4% de los residuos de construcción mezclados, que corresponde a unos 14 millones de toneladas, era problemático. Sólo se recicló el 1,8%. El resto se recicló en otros lugares, es decir, se incineró, se rellenó o se depositó en vertederos y, por tanto, se eliminó del ciclo de materiales, aunque los residuos de construcción mezclados también contienen metales y plásticos reciclables. En vista de las enormes cantidades de que se trata, los residuos de construcción y demolición desempeñan un papel importante en una economía circular cerrada, conservadora de recursos y sostenible.
Tres objetivos para gestionar los residuos
El sector de la construcción se ha fijado tres objetivos a la hora de tratar los residuos: en primer lugar, evitar su generación en la medida de lo posible, por ejemplo, conservando las estructuras de los edificios existentes y las construcciones diseñadas para una larga vida útil. En segundo lugar, mantener los residuos inevitables en el ciclo económico, por ejemplo mediante la construcción orientada al reciclado, la explotación de obras orientada al reciclado y la demolición. En tercer lugar, limitar la eliminación de residuos de construcción y demolición a lo necesario y hacerlo de forma respetuosa con el medio ambiente. Con ello se pretende ahorrar materias primas naturales y espacio en los vertederos, proteger el medio ambiente y apoyar los objetivos nacionales y europeos, como la Ley de Gestión de Residuos en Ciclo Cerrado o la Directiva Marco Europea de Residuos.
¿Qué podemos hacer todos?
Los objetivos anteriores sólo pueden alcanzarse con el esfuerzo conjunto de todos los implicados en la construcción. Los profesionales pueden hacer mucho tanto en su propia empresa como en las obras, donde se producen grandes cantidades de distintos tipos de residuos: Residuos de materiales, residuos de materiales de explotación, envases y residuos peligrosos. Sin embargo, el mejor residuo es el que no se produce en primer lugar. Esto empieza con la compra: Si se compran los materiales con cuidado para que sobren pocos, se generan menos residuos.
La piedra natural y las baldosas, los adhesivos, las lechadas y las fijaciones, los materiales de impregnación, aislamiento y aislantes sobrantes de un proyecto pueden utilizarse para el siguiente trabajo u ofrecerse en línea en bolsas de intercambio o de retales como bauteilnetz.de, restado.de o natursteinpark.de. Los productos de construcción históricos o los materiales de construcción valiosos obtenidos durante la demolición también pueden reciclarse directamente o „upcycled“ en nuevos productos (por ejemplo, www.stonethica.com).
Aprovechar al máximo los recursos disponibles
Un almacenamiento bien organizado ayuda a aprovechar al máximo el material disponible. Los materiales, materiales de construcción, materiales operativos y auxiliares utilizados en la empresa deben ser examinados y, si es necesario, sustituidos por alternativas respetuosas con el medio ambiente o reutilizados, por ejemplo, el film de enmascarar o los cubos de pintura. No existen empresas ni obras con „cero residuos“. Por tanto, la recogida, el almacenamiento y la eliminación de residuos deben planificarse y organizarse de forma que no obstaculicen los procesos de trabajo, ahorren costes y, por último, pero no por ello menos importante, cumplan los requisitos legales.
Además de la cuestión de qué tipos de residuos se producen, cuándo y en qué cantidades, es importante aclarar a tiempo cómo y dónde es mejor recoger los residuos y quién es responsable de ello, especialmente en el caso de las obras nuevas. Según la Ordenanza de Residuos Comerciales, los residuos generados en la empresa y en las obras deben separarse por tipos in situ y almacenarse en contenedores distintos. Pero para ello hay que disponer de espacio, organizar la retirada, adquirir los conocimientos necesarios y motivar a los empleados.
Más información en STEIN 8/2021.