¿Es erróneo todo lo que hemos aprendido y enseñado sobre historia de la arquitectura? Una conferencia ha planteado dudas a nuestra columnista Ramona Kraxner.
El framing es algo que conocemos de la política, las historias de crímenes y los casos judiciales. Sin embargo, el framing ocurre mucho más a menudo de lo que se cree. Hace poco asistí a una conferencia muy interesante. El tipo de conferencia en la que uno sale de la sala con una perspectiva y una sensibilización completamente nuevas y sólo puede preguntarse por su propia ignorancia (y la de todos los demás).
La conferencia trataba de la transfiguración de la historia. Debido a una documentación selectiva, durante siglos los hechos se han presentado de forma inadecuada y simplemente incorrecta. Por estas razones, la historia de la arquitectura tal y como la conocemos, enseñamos y aprendemos hoy es, en el mejor de los casos, inadecuada y, en el peor, fundamentalmente errónea.
Por ejemplo, si investigamos cómo llegó el modernismo arquitectónico a Estados Unidos, puede que nos encontremos con lo que los investigadores creen que fue el primer teatro moderno de Estados Unidos. No se le ocurriría pensar ni por un segundo que esta información pudiera no ser cierta. La investigación en este campo es demasiado intensa y precisa como para que un error así se cuele y quede sin descubrir a largo plazo. Pero, como aprendimos durante la conferencia, hay precisamente errores de este tipo que se copian y reafirman una y otra vez.
„Estamos en el umbral de una nueva historiografía, nada menos que eso“.
Mucha información correcta, por otra parte, nunca se registra porque simplemente carecemos del lenguaje correcto, de la perspectiva adecuada. Escuchar la conferencia fue como leer una novela policíaca. Cautivadora y exasperante al mismo tiempo, emocionante y frustrante. Al fin y al cabo, los cimientos de mi confianza en mi propia profesión acababan de tambalearse.
Entonces, ¿cómo se han producido estos errores en la investigación de la historia de la arquitectura? ¿Por qué reaccionamos con desconfianza en lugar de creer en un descubrimiento revolucionario cuando nos enfrentamos a este hecho? Una cosa quedó clara durante la conferencia. Estamos en el umbral de una nueva historiografía, ni más ni menos.
Al mismo tiempo, me pregunté por qué la conferencia, a pesar de formar parte de un prestigioso ciclo de conferencias en una prestigiosa universidad a cargo de un prestigioso profesor, atrajo a tan poca gente. Las filas de asientos estaban escasamente llenas. No podía ser la fecha; el ciclo siempre tiene lugar los jueves por la tarde. Había algo fundamentalmente erróneo aquí, era casi espeluznante. Así que sólo podía ser el encuadre, pensé incrédulo.
Misteriosa historia resuelta: la conferenciante era una mujer, Despina Stratigakos, profesora de arquitectura e historiadora de la arquitectura. Una lumbrera en su campo y autora de varios libros premiados, entre ellos „Hitler at Home“, los planes de Hitler para una Noruega aria y mujeres arquitectas en Berlín a principios de siglo. Investiga sobre diversidad y género en la Universidad de Buffalo. Su conferencia se titulaba „De los márgenes al centro: Repensar cómo escribimos las historias arquitectónicas de las mujeres“. El público era mayoritariamente femenino. Ahora está todo claro, ¿no?
P.D.: ¿Habría asistido a una conferencia titulada „¿Es falso todo lo que hemos aprendido y enseñado hasta ahora? Un nuevo enfoque muy necesario sobre la narrativa histórica en la arquitectura“?