07.07.2025

En una nueva frescura pintoresca

Los frescos de Giotto en la Capilla Bardi están siendo restaurados. Foto: Wikimedia Commons (Dominio público)

Los frescos de Giotto en la Capilla Bardi están siendo restaurados.
Foto: Wikimedia Commons (Dominio público)

Los murales de Giotto en la Capilla Bardi de la iglesia florentina de Santa Croce serán restaurados durante el verano. El proyecto, que costará más de un millón de euros, sacará a la luz nuevos detalles y hará legible de nuevo la obra maestra del maestro florentino.

Los monumentales murales de Giotto, encargados por la familia de banqueros Bardi, se elevan hasta cuatro metros sobre el suelo de la nave. El ciclo de seis amplias escenas, en las que el pionero de la pintura renacentista italiana de principios del siglo XIV representó acontecimientos de la vida de San Francisco con un nuevo tipo de realismo, sigue plagado de desperfectos, colores desvaídos y grietas. Desde que comenzaron las obras en junio de 2022, sólo se ha restaurado por completo una escena. Sin embargo, la restauración ya ha proporcionado nueva información sobre la obra del artista toscano.


Daños debidos a una restauración anterior

El proyecto, que pretende remediar el precario estado de conservación de los frescos, está dirigido por el Opificio delle Pietre Dure (OPD) y la Opera di Santa Croce, con el apoyo de la Fondazione CR Firenze y la Asociación ARPAI, y cuenta con la dirección de Cristina Acidini (Presidenta de la Opera di Santa Croce) y Emanuela Daffra (Superintendente del OPD). La historia de San Francisco, pintada por Giotto después de 1317, ha sido objeto de numerosas restauraciones. En 1730, los frescos se cubrieron con pintura blanca a la cal. En el siglo XIX, los monumentos funerarios añadidos causaron daños irreversibles al ser desmontados. No fue hasta 1851 cuando los frescos fueron redescubiertos y restaurados por Gaetano Bianchi. Entre 1957 y 1958, Leonetto Tintori llevó a cabo una nueva intervención en la que eliminó algunos de los añadidos para sacar a la luz la versión más auténtica de la obra de Giotto. Los daños subsiguientes en forma de suciedad, microorganismos y sales amenazaron finalmente con perjudicar la legibilidad de las escenas.

La restauración aportó nuevos conocimientos sobre los frescos de Giotto. Foto: gaspa - Flickr, CC BY 2.0, vía Wikimedia Commons
La restauración aportó nuevos conocimientos sobre los frescos de Giotto. Foto: gaspa - Flickr, CC BY 2.0, vía Wikimedia Commons

De los escáneres láser a la luz ultravioleta

La primera fase de la intervención, que estuvo precedida por una minuciosa campaña de diagnóstico de la OPD, ya ha sacado a la luz información sobre el método de trabajo de Giotto y sus experimentos técnicos. La OPD utilizó tecnologías como escáneres láser, cámaras termográficas y diagnósticos sin contacto para analizar la integridad de la mampostería e identificar rastros de decoraciones anteriores, incluidos los dibujos preparatorios. Además, se utilizaron luz ultravioleta y cámaras termográficas para revelar detalles como la estructura del andamiaje original y los métodos de trabajo de Giotto. Utilizó una combinación de fresco y pintura seca y empleó aglutinantes orgánicos como el huevo para ampliar la paleta de colores y lograr efectos de claroscuro más intensos.


Mucho puede reconstruirse

La restauración también ha revelado detalles ocultos y fragmentos de color perdidos, que ahora han vuelto a la luz gracias a la limpieza realizada. Entre las sorpresas se encuentran el descubrimiento de los agujeros para los andamios, que han permitido reconocer el contorno exacto de la estructura que Giotto aplicó para pintar, así como huellas de los sinopites y del dibujo preparatorio. También es posible reconstruir el recorrido de la fina capa de yeso sobre la que Giotto y sus ayudantes aplicaron los colores. También se encontraron algunas pinceladas de prueba, que Giotto utilizó para comprobar cómo cambiarían los colores una vez seco el yeso. Estas pinceladas quedaron cubiertas por las capas secas de pintura, pero hoy son visibles de nuevo.


Riqueza de detalles restaurados

La superficie se limpiaba con agua desionizada caliente mezclada con pasta de celulosa y arcilla, o con capas de papel japonés. Se utilizaron disolventes orgánicos cuando fue necesario eliminar fijadores sintéticos que se habían aplicado durante restauraciones anteriores. En algunos lugares se utilizaron láseres para eliminar las capas de sedimentos acumuladas. Gracias a estas intervenciones, sobre todo en los lunetos y las bóvedas, fue posible recuperar una frescura pictórica excepcional y una gran riqueza de detalles. La restauración también redujo la presencia de sales solubles con compresas absorbentes. Las juntas creadas por restauraciones anteriores se trataron sustituyendo el antiguo mortero vinílico por una mezcla de cal y arena. Una vez finalizada, el andamiaje permanecerá en su lugar durante otros dos meses para que los visitantes puedan contemplar de cerca la obra de Giotto.

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