En Normandía, Francia, el experimentalistafranco-portuguésDidier FiúzaFaustino ha creado una obra extraordinaria. Para el artista Jean-LucMoulène, diseñó un estudio formado por una serie de volúmenes cubiertos por una membrana de caucho negro.
El estudio creado por Didier Fiúza Faustino consta de una serie de volúmenes que se compensan constantemente. Foto: © David Boureau
Una gama de volúmenes
El paisaje que rodea el pequeño pueblo de Saint-Langis-lès-Mortagne, en la regiónfrancesade Normandía, es tranquilo. Suaves colinas, pequeños grupos de árboles, estanques, verdes prados y tierras de cultivo caracterizan el paisaje. Pero cerca del pueblo, en las inmediaciones de una antigua granja, un inesperado objeto extraño perturba este tranquilo idilio. Una serie de volúmenes, constantemente desplazados y recubiertos de una membrana de caucho negro, sobresalen del suelo. El estudio diseñado por Didier FiúzaFaustino para el artista Jean-LucMoulènees a la vez introvertido y espectacular.En365 metros cuadrados, se ha creado un puesto de avanzada para el artista conceptual francés, lejos del bullicio de París. La especial arquitectura lleva el nombre de „El bueno, el malo y el feo“.
Faustino no se compromete
Faustino no se limita a la arquitectura. Más bien deambula entre los límites formales y conceptuales de la arquitectura, el diseño y el arte. Su catálogo incluye instalaciones, películas, esculturas, proyectos editoriales y arquitectura temporal. El diseñador, afincado entre París y Lisboa, es un multidisciplinar con la conciencia tranquila. El sociólogo e historiador del arte Per Pelin Tan describe así la obra deFaustino : „Las obras deDidier FiúzaFaustinotrascienden las fronteras de la sociedad, el diseño, el arte y la arquitectura al centrarse e investigar temas relacionados con las viviendas para la supervivencia, provocar la extensión de los cuerpos y el diseño, tomar la experiencia de una forma como una experiencia fenomenológica queer, y sintonizar entre el deseo arquitectónico y las fronteras del diseño“.
Desarrollo del diseño basado en la vida cotidiana de un artista
Para Faustino, elcuerpoestá siempre en el centro de todas las preocupaciones al comienzo del proceso de diseño. Los enormes volúmenes del estudio del artista cerca de Saint-Langis-lès-Mortagn también buscan un diálogo consciente con loscuerposque habitan el espacio, por un lado, y se posicionan como cuerpos en la naturaleza normanda que los rodea, por otro. Al principio, Faustino estudia de cerca los procesos de trabajo de su cliente -y amigo- Jean-LucMoulène. Por ejemplo, dibuja a primera hora de la mañana, empieza a trabajar con los modelos hacia las 9.00 y sigue una determinada coreografía a lo largo del día. „Así que mi idea era crear un espacio que le permitiera adaptar sus trayectorias en función de sus necesidades“, explica Faustino su respuesta a esta sincronización temporal y espacial.
Espacio para pensar y descansar
El arquitecto desarrolló un lenguaje preciso y mínimo en torno al gesto, el trabajo y la creación, con el objetivo de satisfacer mejor las necesidades del artista. Sus diversos métodos de producción, el uso de determinadas herramientas, la escala de la mano y la máquina… fueron aspectos que Faustino acabó incorporando a su diseño. Además de los espacios de trabajo, también diseñó una serie de salas más íntimasque invitan a reflexionar y relajarse. Visto desde el exterior, el edificio consta de una serie de volúmenes idénticos. Cada uno de estos volúmenes tiene una cubierta inclinada translúcida orientada al norte.
Lenguaje minimalista y gran efecto
En el interior, el edificio está dominado por un espacio abierto de 265 metros cuadrados en planta con una altura de cumbrerade 8 metros. Está cortado en dirección este-oeste por un eje en el que se encuentran la entrada y el acceso a una entreplanta. La meseta elevada ofrece otros 100 metros cuadrados de espacio habitable. Los materiales son sobrios. Faustino ha reducido la estructura a lo esencial, en este caso a un lugar definitivo para la práctica creativa. Las paredes y los tejados consisten en zócalos prefabricados de madera fijados a una losa de hormigón armado y cubiertos con una membrana impermeable de caucho negro. Esta piel uniforme de color negro mate convierte el edificio en una sombra en el exterior. Los interiores claros contrastan con la fachada oscura. Los grandes ventanales y los paneles de madera clara hacen que el interior parezca resplandecer.
Un lugar de contrastes
Un aspecto clave es el uso de la luz. Al fin y al cabo, no sólo es esencial para todo ser humano, sino también una herramienta indispensable para un artista en particular. Faustino ha desarrollado un concepto de iluminación que funciona con fuentes naturales y artificiales. El efecto interno es tan importante como el externo. Por la noche, el estudio, con sus grandes ventanales abiertos, es visible desde lejos. Con „El bueno, el malo y el feo“, Didier FiúzaFaustino ha creado una arquitectura minimalista que, sin embargo -o quizá precisamente por ello-, causa una gran impresión. Es un lugar especial de contrastes y contradicciones que al mismo tiempo están en armonía.
