Con la „Casa unifamiliar en un jardín maduro“, el estudio praguense Mimosa Architects ha realizado un edificio residencial en el municipio checo de Vraný que se integra con sensibilidad en el lugar y en el paisaje del jardín maduro. En una parcela en pendiente con vistas al arroyo Vraný, el edificio consigue combinar espacios interiores y exteriores de diversas maneras.

La "Casa familiar en un jardín maduro" de Mimosa Architects se integra armoniosamente en el paisaje del jardín maduro de Vraný y utiliza las características topográficas para un concepto espacial versátil. Foto: Petr Polák
Concepto de espacio y elección de materiales
El edificio residencial se escalona a lo largo del curso natural del terreno y se desarrolla en cinco niveles, desde el punto más bajo, cerca del jardín, hasta el más alto, bajo la cumbrera del tejado. El vestíbulo central actúa como zona de acceso vertical y conecta los niveles entre sí. La zona de estar, con acceso directo a la terraza y el jardín, está situada en la planta más baja, mientras que la superior alberga un estudio con vistas al paisaje circundante.
En el diseño de la fachada predomina la madera de alerce sin tratar y aserrada en bruto, que se funde con el entorno a medida que envejece de forma natural. En el interior, elementos de madera aceitada, piedra natural y metal negro crean un acento natural pero robusto. Los materiales conectan la casa con el paisaje ajardinado existente y crean una impresión general armoniosa.
Medio ambiente y construcción
El diseño del espacio exterior sigue el principio de la sobriedad: el jardín existente, cultivado de forma natural, se mantuvo prácticamente inalterado. La densa vegetación y la topografía en terrazas dividen el espacio exterior en zonas íntimas y crean lugares de retiro. Al mismo tiempo, las ventanas cuidadosamente colocadas crean impresionantes conexiones visuales entre los espacios interiores y exteriores.
La estructura portante se basa en bloques cerámicos, mientras que el tejado está cubierto de tejas de arcilla negra engobada. Las ventanas y claraboyas de madera-aluminio garantizan una iluminación y ventilación óptimas. La meticulosa artesanía es especialmente digna de mención: la carpintería es obra de Josef Vomáčka y la metalistería, de la empresa Kurel.
Conclusión
La „Casa familiar en jardín maduro“ está aislada y presenta un alto grado de autenticidad material. Con este proyecto, Mimosa Architects muestra cómo una casa puede transformarse en un espacio habitable armonioso mediante unas proporciones bien afinadas y una integración sensible en el paisaje.
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