De BIG a Gehl, pasando por Adept: Dinamarca es cuna de algunos de los mejores planificadores de nuestro tiempo y también del plan climático más exitoso del mundo. ¿Qué aportan estos éxitos al país? ¿A qué retos de ordenación del territorio se enfrenta? En el número de febrero de G+L, preguntamos, mostramos proyectos extraordinarios y debatimos los objetivos de la capital danesa de ser neutra para el clima en 2025 con la „Arquitecta de la Ciudad“ de Copenhague y antigua socia de Gehl, Camilla van Deurs. La redactora jefe Theresa Ramisch explica por qué ahora es el momento adecuado para fijarse en la arquitectura paisajista danesa en el editorial de G+L 02/21.
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Ambiciosos objetivos climáticos
„Bjarke Ingels: la estrella de rock danesa“ era el titular del Handelsblatt del pasado noviembre. Y de alguna manera es impresionante Bjarke. La revista Time lo clasificó como una de las „100 personas más influyentes del mundo“ y, oye, hizo un cameo en „Juego de Tronos“. La gente le conoce, sus proyectos, sus premios, su estilo de vida. Su cuenta de Instagram es difícilmente superable en términos de hippness. Pero la autopromoción también es molesta. (Más información sobre el nuevo proyecto BIG: la fábrica de muebles más ambiciosa del mundo).
Ingels polariza, pero al mismo tiempo es sin duda uno de los diseñadores más importantes de nuestro tiempo y representa como nadie la arquitectura danesa contemporánea. Pero, ¿acaso su protagonismo define el panorama urbanístico danés? Por supuesto que no. El país ha producido muchos grandes urbanistas en los últimos años. Y no nos referimos sólo a Jan Gehl y a la idea de „Ciudades para la gente“, sino también a Adept, COBE, GHB, etcétera.
No obstante, Ingels y su país comparten objetivos ambiciosos y ambos marcan el ritmo a escala internacional. Ningún otro país está llevando a cabo un plan climático tan agresivo y exitoso como Dinamarca. A diferencia de los objetivos oficiales de la Comisión Europea, nuestros vecinos daneses de quieren reducir sus emisiones no un 55%, sino un 70% para 2030. Y lo están haciendo bien: Dinamarca ocupa actualmente el 6º puesto en el Índice de Actuación frente al Cambio Climático. ¿Del 1º al 3º puesto? Ni siquiera están ocupados.
Paisajismo danés: hábil y bien comunicado
Dinamarca parece ser la primera de la clase europea en lo que a objetivos climáticos se refiere, pero lo cierto es que: con una altura media de 30 metros sobre el nivel del mar, el cambio climático golpeará al país con especial dureza. Los estudios del instituto geológico GEUS apuntan a una elevación de 51 centímetros para Copenhague en 2100, y Camilla van Deurs confirma los retos en una entrevista. La respuesta de la capital danesa: quiere ser neutra en emisiones de carbono para 2025 y se ha propuesto poner en marcha el internacionalmente aclamado „Plan de Gestión de los Desprendimientos de Nubes“.
La arquitectura paisajista danesa demuestra constantemente estética y calidad frente al cambio climático. Los colegas daneses no sólo planifican con habilidad, sino que también comunican correctamente. En Alemania sólo podemos aprender de ellos. Sobre todo ahora. En su reunión del comité de empresa celebrada a principios de año, la bdla adoptó el concepto „Nosotros damos forma al clima“, cuyo objetivo es reforzar la propia profesión y su aceptación social a largo plazo.
Editorial destacada: Plaza Karen Blixen
Para nosotros en el equipo editorial, este es el momento perfecto para dedicar un número entero a la planificación danesa e ilustrar en una selección de proyectos únicos cómo la arquitectura paisajista integradora e interdisciplinar funciona con voz firme. Curiosamente, el proyecto que los propios daneses han galardonado con su premio nacional de arquitectura paisajista es el menos espectacular de nuestro equipo editorial. Nuestro plato fuerte, en cambio: La plaza Karen Blixen, de COBE. ¿Qué proyecto te parece el mejor? Háganos saber su opinión.
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