Con el aumento de la urbanización y los crecientes retos del cambio climático, las ciudades de todo el mundo se ven presionadas para ser más sostenibles y reducir sus emisiones de CO₂. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las ciudades son responsables de más del 70 % de las emisiones mundiales de CO₂. Aquí es donde entra en juego la digitalización: las tecnologías digitales permiten a las ciudades controlar sus emisiones en tiempo real y aplicar medidas específicas para reducir las emisiones de CO₂. Mediante el uso de herramientas digitales en ámbitos como la energía, la movilidad y la gestión de residuos, las ciudades pueden aumentar significativamente su contribución a la protección del clima y acelerar la transición hacia un futuro más sostenible.
Dato curioso: según un estudio del Foro Económico Mundial, las tecnologías digitales podrían ahorrar hasta un 15 % de las emisiones mundiales de CO₂ de aquí a 2030.