27.03.2025

Deuber sobre Santa Sofía

Santa Sofía

Santa Sofía,
Angela Deuber,
537 D.C.

En su libro „Reminiscencia“, Benedict Esche y Benedikt Hartl retratan la especial relación entre edificio y arquitecto. En él, arquitectos pioneros dan su opinión, escribiendo sobre su influencia arquitectónica y el impacto de ésta en su propio trabajo. Aquí, la joven arquitecta Angela Deuber reflexiona sobre el poder de la resistencia en la arquitectura:

Santa Sofía

„La historia de Santa Sofía y su resistencia son fascinantes. Es un ejemplo monumental de cómo lo imposible puede hacerse posible cuando un individuo o una comunidad persiguen un objetivo y tienen una visión. La antigua Santa Sofía se construyó, se quemó, se sustituyó por una nueva iglesia y se volvió a destruir. La actual Santa Sofía fue construida bajo el emperador romano de Oriente Justiniano I por Anthemios de Tralleis e Isidoros de Mileto en sólo cinco años como iglesia imperial, sala del trono, lugar de culto y sede de coronaciones imperiales. Poco después, se derrumbó durante un terremoto. Se reconstruyó de nuevo en sólo cinco años y posteriormente se derrumbó dos veces más en su totalidad o en parte. Fue saqueada y sirvió como iglesia católica romana, volvió a la iglesia ortodoxa y, con el tiempo, se convirtió en una de las mezquitas más importantes del mundo islámico, hasta que finalmente se convirtió en museo. El poder y el carisma de este edificio no vienen de fuera, sino que residen en su esencia, en sí mismo. Santa Sofía era y es tan poderosa, monumental y fascinante que, por muchas veces que se derrumbara, por imposible que pareciera el tiempo necesario para su construcción, siempre se reconstruía, es más, había que reconstruirla, independientemente de la fe de los gobernantes de la época.

Santa Sofía es una síntesis única de espacio largo aditivo y espacio central absoluto. Es una interpenetración de dos sistemas espaciales que crean una estructura nueva y compleja. Los dos sistemas se apoyan mutuamente y permiten que un espacio se experimente con más fuerza a través del otro. El espacio central está dominado por la cúpula, de 33 metros de diámetro y 66 metros de altura. Está sostenida por cuatro arcos de medio punto, pechinas y pilares. La cúpula está adosada al este y al oeste por dos edificios semicirculares. El edificio central descansa sobre sí mismo y está orientado en todas direcciones y hacia el cielo. La nave tiene unos 80 metros de largo y 70 de ancho. Desde el vestíbulo en el oeste, el exonártex, pasando por el patio interior de la iglesia, el nártex, y siguiendo por la nave central, la nave se orienta hacia el ábside en el este y forma galerías hacia el espacio central. Las naves laterales y las galerías son estancias laterales no direccionales sobre el fondo del espacio central. De este modo se crea la extensión del espacio central a través de las capas de espacio que lo rodean. El espacio central puede parecer ligero, ya que los cuatro pilares pueden desaparecer en estas capas. Ambos sistemas espaciales son coherentes en sí mismos y no intercambiables. Su superposición e interpenetración crean nuevos mundos complejos. Los dos mundos se superponen y se refuerzan mutuamente. Son -y obviamente han sido a lo largo de los siglos- fascinantemente misteriosos“.

Puede encontrar más información sobre el libro aquí

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