Nuestras ciudades se enfrentan a grandes retos: El cambio climático, la escasez de recursos y los cambios sociales exigen nuevos planteamientos de desarrollo urbano. En lugar de centrarse en la demolición y la nueva construcción, el desarrollo urbano sostenible es cada vez más importante. Las estructuras y los materiales existentes deben utilizarse con sensatez, los recursos naturales deben integrarse y los espacios urbanos deben diseñarse con flexibilidad.
Aquí es precisamente donde entra en juego el concurso Europan 18. Se pide a los jóvenes arquitectos y urbanistas que desarrollen conceptos innovadores que permitan una arquitectura que conserve los recursos. El principio rector „Re-sourcing: Repensar los recursos“ hace hincapié en la necesidad de incorporar elementos naturales a la planificación urbana, tener en cuenta los nuevos estilos de vida y trabajar con las estructuras existentes.
