El ciclo de vida de un edificio comprende varias fases: Planificación, construcción, utilización, mantenimiento y, por último, desmantelamiento. Cada fase conlleva retos y requisitos específicos que influyen en el consumo de recursos, los costes y el impacto ambiental. Las tecnologías digitales tienen el potencial de optimizar todo este ciclo de vida. Desde la planificación precisa y la construcción eficiente hasta el uso sostenible y la demolición con ahorro de recursos, las soluciones digitales ofrecen nuevas oportunidades para hacer que los edificios no solo sean más económicos, sino también más respetuosos con el medio ambiente.
Dato curioso: según un estudio de International Data Corporation (IDC), las tecnologías digitales pueden hacer que el ciclo de vida de un edificio sea hasta un 30 % más eficiente y reducir los costes de explotación en torno a un 25 %.