Entrar en la profesión de paisajista es difícil, con contratos firmemente en manos de empresas establecidas. Hemos hablado con jóvenes arquitectos paisajistas sobre cómo pueden hacerse un hueco y establecerse en el mercado sin perder la frescura de un nuevo comienzo.
Si se pregunta a los jóvenes estudios de paisajismo por sus temas, la energía positiva y optimista con la que se fundó la empresa se desvanece en el fondo. Hoy en día es difícil trabajar por cuenta propia en el sector. Pero, ¿por qué? ¿Y por qué algunos lo hacen de todos modos? ¿Qué mueve a los despachos jóvenes? ¿Qué defienden? ¿Y cómo ven el futuro de la profesión?
Franz Reschke, que fundó su despacho en Berlín en 2011, no es el único que considera que „la falta de confianza de los clientes hacia los despachos jóvenes“ es uno de los mayores retos. El dilema: primero hay que demostrar tu valía en el mercado, pero eso difícilmente es posible sin comisiones. Para muchos, los concursos son el método preferido, lo que a menudo significa mucho compromiso por poco dinero. „Es difícil estar a la altura de uno mismo y, al mismo tiempo, pensar de forma económica“, dice Reschke, pero también tiene una solución: „Optimizando nuestros métodos y técnicas de trabajo, intentamos obtener el máximo margen de maniobra en nuestro trabajo de diseño. Las buenas herramientas nos dan más tiempo para el proceso de diseño“.