31.03.2025

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COP26 Glasgow – Panorama general

Los delegados en el acto político de la COP 26 en Glasgow

Foto: UNclimatechange CC BY-NC-SA 2.0

„Dinero, carbón, coches y árboles“: ese fue el mantra oficial de la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26 de Glasgow. Entre el 1 y el 13 de noviembre de 2021, más de 35.000 delegados de todo el mundo se reunieron en Glasgow. Tras muchos debates e incluso algunas lágrimas, los participantes acordaron un pacto sobre el clima. Descubra aquí lo que el acuerdo significa para urbanistas y arquitectos.

Las conferencias anuales de la COP son un megaevento diplomático. En la COP26 de este año, celebrada en Glasgow, las dificultades logísticas y el mal tiempo no fueron los mayores retos, dado que muchos delegados dudaban de que se alcanzara un acuerdo. La COP es la única conferencia mundial en la que se sientan a la misma mesa los países más ricos y los más pobres. Mientras que los primeros son responsables de la mayoría de lasemisiones de CO2, los segundos son los que más sufren las consecuencias del cambio climático. Para contrarrestarlo, los países deben acordar medidas. Sin embargo, esto no parece tan fácil.

Los delegados en el acto político de la COP 26 en Glasgow
Los delegados en el acto político de la COP26 en Glasgow, Foto: UNclimatechange CC BY-NC-SA 2.0

Finanzas

Aunque finalmente se llegara a un acuerdo, es poco probable que se alcance el objetivo del Acuerdo de París sobre el Clima de 2015. Por tanto, la COP26 de Glasgow no consiguió limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 grados.

Uno de los mayores éxitos de la COP26 fue el acuerdo sobre el concepto de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Esto compromete a los países a definir objetivos de protección del clima que se revisan y actualizan anualmente. En caso de incumplimiento de los objetivos, los países pueden tener que justificarse. La COP26 de Glasgow arrojó resultados desiguales en otros temas:

La financiación de las medidas de protección del clima, así como los ajustes climáticos, fue uno de los temas más difíciles de la COP26 de Glasgow. Al final, los países sólo acordaron „continuar el diálogo“. Esto puede ser especialmente devastador para los Estados insulares y otros países con un alto nivel de biodiversidad, ya que se ven especialmente afectados por los daños climáticos. Quién paga las pérdidas sigue sin estar claro incluso después de la COP26.

Para frenar el calentamiento global es necesario invertir billones de euros. Es difícil comprometer a los países a este gasto en una conferencia sobre el clima. Por ello, la atención se centra en las inversiones público-privadas. Los expertos predicen que las empresas ecológicas serán las ganadoras de la crisis climática.

Presidente de la conferencia sobre el clima de 2021: Alok Sharma, Foto: UNclimatechange CC BY-NC-SA 2.0

Carbón

Los últimos minutos de las negociaciones de la COP26 resultaron ser los más angustiosos. Juntos, China e India consiguieron suavizar la redacción de „eliminar progresivamente el carbón“. En el papel, finalmente acordaron „una reducción del carbón“. Esto sigue siendo más de lo que ningún otro acuerdo climático ha contenido nunca sobre el tema del carbón, pero no lo suficiente.

Al mismo tiempo, es importante recordar que no existe una autoridad climática mundial. Incluso si las negociaciones de la COP26 hubieran dado lugar a compromisos para eliminar progresivamente el carbón, existe una falta de responsabilidad por la acción a nivel local. Procesos como la eliminación progresiva del carbón suelen ser ascendentes a escala nacional o incluso regional. Además, el Pacto Climático de Glasgow ha dificultado al menos la financiación del carbón, lo que a su vez facilitará mucho su eliminación progresiva.

Coches

Tanto los coches particulares como los camiones son responsables de una asombrosa cantidad deemisiones de CO2. Sin embargo, los negociadores fueron incapaces de convencer a los principales fabricantes de automóviles para que dejen de producir motores de combustión en los próximos años o incluso décadas. Muchas empresas automovilísticas se mantuvieron al margen de la conferencia, lo que puede interpretarse como una profunda falta de interés por las alternativas ecológicas a los coches de gasolina.

La demanda "Cumplir el objetivo de 1,5 grados" en la COP26 de Glasgow, Foto: UNclimatechange CC BY-NC-SA 2.0

Árboles

Uno de los éxitos de la conferencia COP26 fue un acuerdo sobre deforestación, que incluso firmaron países responsables de gran parte de la deforestación, como Brasil. De nuevo, no se trata de un acuerdo vinculante, pero el compromiso de detener la deforestación para 2030 representa un cierto avance.

¿Qué significa esto para arquitectos y urbanistas?

El hecho de que la comunidad internacional no se comprometa a alcanzar objetivos ambiciosos, ni a financiar ni a asumir responsabilidades, no significa que el calentamiento global no pueda mantenerse por debajo de 1,5 o 2 grados. Más bien al contrario: si los países no se comprometen, las empresas públicas y privadas tendrán que poner de su parte. La presión de votantes y consumidores es una de las herramientas más eficaces para crear responsabilidad y un cambio real. Además, el intercambio de experiencias entre países, como ocurrió en la COP26, ya es importante.

Los políticos y planificadores locales desempeñan un papel importante en el contexto de la justicia climática, Foto: UNclimatechange CC BY-NC-SA 2.0

Dado que las ciudades son responsables de alrededor del 75% delas emisiones mundialesde CO2 y el sector de la construcción del 40%, los planificadores tienen un papel especialmente importante que desempeñar en la lucha contra el cambio climático. He aquí algunas medidas que pueden aplicar los políticos, arquitectos y urbanistas locales.

Medidas:

Un ejemplo de medidas de protección del clima a escala local es el proyecto Superilla de Barcelona. La ciudad ha ganado un millón de metros cuadrados de espacio público reutilizando antiguas plazas de aparcamiento. Los viernes no hay tráfico en el centro de Barcelona, y las supermanzanas de Superilla fomentan la transitabilidad y los espacios verdes urbanos. Se trata de una solución rentable, escalable y ascendente. Contribuirá significativamente a un paisaje urbano más sostenible.

En última instancia, el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de un determinado número de grados no es sólo responsabilidad de los diplomáticos reunidos en eventos como la COP26. Corresponde a las ciudades y a todos los que viven y trabajan en ellas presionar a los responsables y tomar decisiones más sostenibles. La COP del año que viene se celebrará en Egipto. Debemos recordar que no tenemos que esperar hasta finales de 2022 para provocar el cambio.

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