07.07.2025

Ciudad de 15 minutos: Entrevista con Carlos Moreno

Moverse para mejorar
Retrato en blanco y negro de un hombre con barba blanca; El concepto de ciudad de 15 minutos pretende crear entornos urbanos más sostenibles, resilientes y centrados en las personas, explica Carlos Moreno. Espera que el desarrollo urbano mundial avance en esta dirección. Foto: Thomas Baltes

El concepto de ciudad de 15 minutos pretende crear entornos urbanos más sostenibles, resilientes y centrados en las personas, explica Carlos Moreno. Espera que el desarrollo urbano mundial avance en esta dirección. Foto: Thomas Baltes

El concepto de ciudad de 15 minutos ha causado sensación en todo el mundo -de París a Portland- y representa una reorganización radical de la vida urbana: distancias cortas, usos diversos, barrios fuertes. En esta entrevista, Carlos Moreno explica cómo pueden diseñarse espacios urbanos socialmente justos y por qué su visión es mucho más que mera planificación urbana: es un cambio cultural.


La ciudad de 15 minutos: un modelo de ciudad basado en la sostenibilidad y la humanidad

Señor Moreno, ¿cuál fue el momento decisivo o la toma de conciencia que le llevó a desarrollar el concepto de ciudad de 15 minutos? ¿Fue una experiencia personal o un descubrimiento científico lo que le llevó por ese camino?

La ciudad de 15 minutos combina mi enfoque científico y mi sensibilidad.

Soy científico con formación en informática y empecé a interesarme por las ciudades durante el boom de las ciudades inteligentes a principios de la década de 2000. Mientras estudiaba la organización de las ciudades, vivía en París durante muchos años y viajaba por las capitales del mundo, observé los retos de la vida urbana, como los largos desplazamientos, la congestión del tráfico y el acceso limitado a los servicios esenciales. Cada vez fui más consciente de dos cosas: el deterioro de la salud y la calidad de vida de los habitantes de las ciudades y la escalada de los problemas climáticos.
Para entender las ciudades, tenemos que ver el „cuadro completo“: los vínculos causales entre los estilos de vida urbanos, el desarrollo económico, el transporte, el cambio climático y el malestar de los residentes… Una cosa está clara entonces: las herramientas tecnológicas no son el camino a seguir.

Estaba convencido de que necesitábamos un modelo urbano que abordara los retos medioambientales, económicos y sociales del siglo XXI y se basara en la sostenibilidad y la humanidad. Necesitábamos establecer una planificación sostenible a largo plazo y redefinir los valores fundamentales de nuestra sociedad. Esto dio lugar al concepto de ciudad de 15 minutos en 2016. En los últimos nueve años, el concepto ha evolucionado y lo hemos desarrollado aún más como parte de la Cátedra Entrepreneurship Territory Innovation (ETI) de la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne. Se ha implantado en varias ciudades, como París, y ahora es reconocido en todo el mundo.


Cómo motivar a los habitantes de las ciudades para que cambien sus hábitos

Su concepto de ciudad de 15 minutos no sólo aboga por un cambio infraestructural, sino también cultural. ¿Cómo podemos animar a la gente a cuestionar los patrones de movilidad y consumo que han evolucionado durante décadas y adoptar voluntariamente nuevos estilos de vida?

De hecho, una ciudad no es sólo un lugar, sino un espacio vital. Existe una interacción dinámica entre los lugares y sus usos: La organización urbana influye en los usos, y los usos influyen en la organización de una ciudad. Hoy reconocemos colectivamente que las prácticas del pasado, intensivas en carbono, ya no son sostenibles, como tampoco lo son las organizaciones urbanas que las hicieron posibles. Existen varios enfoques para apoyar y fomentar el cambio. El primero es dar a conocer los beneficios de la ciudad de 15 minutos, como la mejora de la salud, la reducción del impacto ambiental y el fortalecimiento de las relaciones comunitarias. Esto ayuda a explicar los beneficios y a crear un deseo consciente de cambio. Además, los incentivos a las prácticas sostenibles, como las subvenciones al transporte público y los sistemas de bicicletas compartidas, pueden motivar a la gente a cambiar sus hábitos. Por otra parte, implicar a los residentes en la selección de los desarrollos a través de la democracia participativa conducirá a una mayor aceptación.


Reducir la desigualdad con la ciudad de 15 minutos

En muchas ciudades se observa que los barrios bien desarrollados y habitables se están convirtiendo en imanes para los grupos de población más ricos, mientras que los grupos socialmente más débiles están siendo expulsados. ¿Cómo puede diseñarse la ciudad de 15 minutos de forma socialmente justa para que no contribuya inadvertidamente a exacerbar las desigualdades?

La ciudad de 15 minutos aborda cuestiones ecológicas, económicas y, sobre todo, sociales. Transformar una ciudad en una ciudad de 15 minutos requiere un plan integral que incluya a todos los barrios, desde los más ricos hasta los más pobres. Esto requiere una planificación y unas políticas específicas que garanticen la inclusión. Esto incluye dar prioridad a la vivienda asequible, la igualdad de acceso a los servicios y el desarrollo dirigido por la comunidad.

La ciudad de 15 minutos puede contribuir a reducir las desigualdades llevando más servicios, más comercios y más vida social a los barrios desfavorecidos, donde suelen escasear más.


Cómo adaptar el concepto de ciudad de 15 minutos

El concepto de ciudad de 15 minutos se basa en una estructura urbana europea con barrios consolidados y una densidad relativamente alta. ¿En qué medida puede trasladarse este modelo a ciudades de otras partes del mundo, por ejemplo a megaciudades de rápido crecimiento en África o Asia o a suburbios en expansión en Norteamérica?

La ciudad de 15 minutos ya se está aplicando en todo el mundo, no sólo en Europa. París es, por supuesto, el ejemplo más conocido de ciudad de 15 minutos, pero otras ciudades del mundo también han adoptado el concepto: Busan (Corea del Sur), Portland (Oregón, EE.UU.), Ottawa (Ontario, Canadá)… El concepto es adaptable a diferentes contextos urbanos: aunque la aplicación concreta puede variar, los principios básicos de proximidad, diversidad de usos y accesibilidad siguen siendo aplicables. Si la organización urbana adolece de una zonificación exclusiva, se trata de aplicar una política de usos mixtos. Si la densidad no es muy alta, hay que variar la distancia, por ejemplo a 20 o 30 minutos… En las megaciudades, el modelo puede adaptarse para crear barrios autosuficientes dentro de zonas urbanas más grandes, evitando largos desplazamientos y mejorando los servicios locales. Esta es la idea que subyace a las „comunidades completas“ de Vancouver. En los suburbios en expansión, la atención puede centrarse en crear zonas de uso mixto y mejorar el transporte público para conectar a los residentes con los servicios esenciales.


Fomentar el sentimiento de pertenencia y reducir el aislamiento social

¿Puede imaginar un futuro en el que el modelo de ciudad de 15 minutos se convierta en la norma mundial de desarrollo urbano? ¿Qué cambios sociales, económicos y medioambientales a largo plazo espera ver si su visión se hace realidad en todo el mundo?

Como el modelo de ciudad de 15 minutos pretende crear entornos urbanos más sostenibles, resilientes y centrados en el ser humano, espero de verdad que el desarrollo urbano mundial avance en esta dirección. Es una necesidad si queremos que el planeta y nuestras ciudades sean habitables dentro de 50 años… Si todas las ciudades cambian hoy hacia una mayor proximidad para una mayor sostenibilidad, podemos esperar cambios significativos a largo plazo. Socialmente, las comunidades estarán más conectadas, lo que fomentará el sentimiento de pertenencia y reducirá el aislamiento social. Económicamente, las empresas locales prosperarán, creando oportunidades de empleo e impulsando la economía local. Desde el punto de vista medioambiental, una menor dependencia del automóvil reducirá las emisiones de carbono, mejorará la calidad del aire y habrá más espacios verdes.


CV corto Carlos Moreno

Carlos Moreno es un urbanista y profesor franco-colombiano que vive en París. Es conocido por ser pionero del concepto de ciudad de 15 minutos, que promueve una vida urbana sostenible y centrada en las personas. Es Director Científico del laboratorio de investigación „Entrepreneurship Territory Innovation“ del IAE París Sorbona, Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne, y miembro de la Académie des technologies.

Traducido del inglés, publicado por primera vez en topos 131: 15-minute city

Aún más movilidad: encontrará artículos sobre innovaciones, buenas prácticas y las palancas clave de nuestra campaña Moverse para Mejorar.

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