En las últimas décadas, muchos edificios industriales de las Azores han sido abandonados, sobre todo porque parecían anticuados: limitados a la producción para la que fueron construidos, demasiado caros de mantener o porque lo que se producía en ellos ya no era necesario. Por supuesto, estas enormes naves ofrecen toda una gama de nuevos usos. Su volumetría, amplitud y materialidad han inspirado numerosos proyectos culturales, como museos contemporáneos, teatros y centros culturales.
Concurso
Lo mismo ocurrió con una antigua fábrica de alcohol de finales del siglo XIX. Se utilizó temporalmente para secar y almacenar tabaco, pero luego se abandonó y se dejó deteriorar hasta que fue adquirida por el Gobierno regional en 2006. Sólo un año después se convocó un concurso internacional para transformarla en un centro de arte contemporáneo. Dos estudios portugueses, Menos é Mais, de Oporto, y João Mendes Ribeiro, de Coimbra -ambos firmemente arraigados en la „Escuela de Oporto“ y con experiencia en proyectos de rehabilitación planificados conjuntamente- combinaron sus conocimientos, experiencia y talento y ganaron el concurso.
El complejo está situado en la pequeña localidad de Ribeira Grande, en la costa norte de la isla de São Miguel, la mayor del archipiélago de las Azores, en medio de un impresionante paisaje natural. Se invirtieron 13 millones de euros en el „Arquipélago“, como se llama el nuevo centro. Abrió sus puertas en marzo de 2015 e insufló nueva vida al distrito: el nuevo recinto está aportando una notable nueva dinámica cultural al archipiélago.
