El paisaje lúdico de Be-Mine, en Beringen, combina la historia de una ciudad minera belga con una tierra de aventuras y logra el equilibrio entre la respetabilidad histórica y la experiencia lúdica de la artesanía. Una visión.
El juego crea sostenibilidad
Descubrir el mundo forma parte de la naturaleza humana. Pero, ¿puede un descubrimiento ser lúdico? Sí, se puede. Así lo demuestra el paisaje lúdico de Beringen, en Bélgica. Los estudios de arquitectura paisajística Omgeving, de Bélgica, y Carve, de los Países Bajos, encendieron el espíritu de descubrimiento en generaciones enteras. Su montaña de aventuras forma parte del proyecto turístico „be-MINE“, cuyo objetivo es revivir la monumental mina de carbón de Beringen, el mayor yacimiento arqueológico industrial de Flandes. Todo el yacimiento minero ocupa 100.000 metros cuadrados y es único en un entorno relativamente llano.
Alianza de cultura y juego
Encargado por la ciudad de Beringen, el proyecto pretende dar una nueva función a la pila de escombros de 60 metros de altura y transformar los antiguos edificios industriales en un foco cultural. La experiencia lúdica de la historia y los valores del patrimonio industrial fueron un leitmotiv constante en el diseño del emplazamiento. El audaz concepto de diseño consta de tres partes que, en última instancia, forman una imagen de conjunto: un bosque de pilotes como punto de referencia, una aventurera zona de juegos prismáticos en el flanco de la montaña y una carbonera en la cima del „Terril“, como también se conoce a la montaña de aventuras. La columna vertebral del conjunto está formada por una escalera recta que da acceso a todos los niveles. Por la noche, una línea de luz a lo largo de la escalera hace visible la topografía del terreno.
