El estudio de arquitectura Adarq, dirigido por André David, ha finalizado en 2024 la rehabilitación del histórico Bairro do Boneco, en Entroncamento (Portugal). El proyecto transforma un antiguo barrio residencial de trabajadores ferroviarios de los años veinte en un moderno centro cultural con una superficie total de 2.960 m².
Bairro do Boneco por ADARQ. Foto: Estudio Ivo Tavares
Contexto histórico y situación inicial
El Bairro do Boneco es una de las urbanizaciones de trabajadores ferroviarios más características de Portugal, construida en torno a 1920. El conjunto sigue la geometría típica de un patio rectangular, habitual en las urbanizaciones de trabajadores de la época. Originalmente, el barrio contaba con 18 unidades residenciales repartidas en dos bloques de edificios alargados: un bloque de dos plantas en el norte con unidades residenciales independientes y casas de una sola planta en el sur.
El edificio principal, de dos plantas, albergaba doce pisos, cada uno de ellos con cuatro habitaciones interconectadas de igual tamaño y un cuarto de baño exterior. Con una superficie habitable de unos 52,60 m² por unidad, cada piso disponía también de una pequeña zona exterior privada. El acceso a la planta superior se realizaba a través de escaleras exteriores y galerías de aproximadamente un metro de ancho.
Concepto de planificación y distribución de funciones
La estrategia de reurbanización preveía un cambio completo de uso: El anticuado barrio residencial se transformó en un centro cultural que combina tres funciones principales. El edificio de dos plantas alberga en la planta baja el Centro Nacional de Documentación Ferroviaria, mientras que la planta superior funciona como galería de exposiciones. El bloque sur, de una sola planta, se convirtió en un centro científico.
Un elemento de diseño especial es un panel de azulejos del renombrado arquitecto Álvaro Siza en el patio central, que cuenta la historia de Entroncamento y el Bairro do Boneco. Esta intervención artística crea un vínculo identitario entre el pasado histórico y el nuevo uso cultural.
Intervención arquitectónica y conservación de monumentos
La filosofía de planificación pretendía preservar las características morfológicas y arquitectónicas del complejo original y, al mismo tiempo, satisfacer los requisitos funcionales de un centro cultural moderno. André David y su equipo desarrollaron un sensible equilibrio entre la protección del monumento y el uso contemporáneo.
Se creó un volumen de apoyo para el centro de documentación, que interviene parcialmente en los patios traseros entre el Museo Nacional del Ferrocarril existente y el edificio de dos plantas. Esta solución permite una conexión simbiótica entre el nuevo centro de documentación y el museo existente, que también permite el acceso directo a través del museo.
Realización estructural
Los trabajos de construcción fueron realizados por CANAS, Engenharia e Construção, S.A., bajo la supervisión de Sandra Ferreira y Guilherme Monteiro. A planificação de engenharia foi realizada pela Gabicrel, sob a responsabilidade de José Monteiro, que foi o responsável pela planificação estrutural e de serviços do edifício.
Para la elección de los materiales se recurrió a fabricantes portugueses e internacionales de eficacia probada: Cidade PVC suministró los marcos de las ventanas, SPSS los muebles y JNF los herrajes. Roca suministró los sanitarios y Ofa las griferías. Forbo, Mapei y Vicente & Ramos se encargaron de los revestimientos del suelo. La instalación eléctrica se realizó con componentes de Efapel, la iluminación con productos de Schréder y Philips. Coelho da Silva se encargó de la cubierta.
Sostenibilidad y desarrollo urbano
El proyecto es un modelo de regeneración urbana sostenible. En lugar de demoler las anticuadas estructuras residenciales, la sensible reconversión ha supuesto una importante contribución a la conservación del patrimonio industrial. La nueva función cultural no sólo mejora el barrio inmediato, sino que refuerza Entroncamento como centro cultural de la región.
La concentración de diversas instituciones científicas y culturales en un mismo lugar crea sinergias y convierte el antiguo barrio obrero en un animado lugar de educación y encuentro. Al mismo tiempo, se reforzará la conexión con el vecino Museo Nacional del Ferrocarril y se creará un conjunto cultural coherente.
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