Ampliación del polideportivo Kerenzerberg de Filzbach

El centro deportivo de Kerenzerberg, en el este de Suiza, se ha ampliado con un nuevo edificio de alojamiento y un nuevo pabellón deportivo. La arquitectura corrió a cargo del estudio Burkhard Meyer.

En la orilla sur del lago Walen, en el cantón suizo de Glaris, se alza sobre el paisaje un llamativo edificio de hormigón. El polideportivo de Kerenzerberg, recientemente ampliado, está situado en una meseta elevada del municipio de Glarus Nord, se inauguró en 1971 y es también uno de los centros deportivos más grandes de Suiza. Sin embargo, con unos 50 años de antigüedad, las instalaciones ya no estaban a la altura de los tiempos modernos. Y su capacidad -entre otras cosas gracias a los precios extremadamente competitivos- estaba llegando lenta pero inexorablemente a su límite.

El polideportivo también ha sufrido varias ampliaciones. Tras la construcción de una piscina cubierta y dos pabellones deportivos en los años 70 y finales de los 80, se añadieron otros edificios, como una sala de squash, aulas teóricas e instalaciones de atletismo. La ampliación más reciente consiste en un edificio de alojamiento y un nuevo gimnasio triple. El estudio de arquitectura Burkhard Meyer, de Baden (Suiza), es el responsable del diseño.

El nuevo edificio de ocho plantas, que alberga los alojamientos, funciona ahora también como el nuevo centro espacial del polideportivo de Kerenzerberg. Para Burkhard Meyer, su forma imponente es un contrapunto a los amplios pabellones deportivos de gran tamaño. En su planitud, se funden por igual con el terreno circundante.

En el edificio existente, el lenguaje material se centra principalmente en el hormigón. Por eso, las estructuras portantes de la ampliación también son de hormigón in situ. La superficie de los nuevos edificios se trató con chorro de arena para diferenciarlos un poco de los edificios existentes, que también son de hormigón. Como la Oficina de Deportes del Cantón de Zúrich, en calidad de cliente, quería que el alojamiento tuviera una atmósfera que recordara a la de un albergue, las habitaciones que se insertaron posteriormente en el armazón de hormigón son, en cambio, casi totalmente de madera. Se prefabricaron con madera de abeto y pícea y se apilaron modularmente en la estructura del edificio mediante una grúa. El resultado fueron 77 habitaciones con capacidad para más de 170 camas. Gracias al alto grado de prefabricación de los módulos de las habitaciones, esta parte del nuevo edificio se terminó en sólo tres semanas.

El nuevo gimnasio también está equipado con una cubierta plana. Con una superficie de unos 50 por 40 metros, la cubierta también está preparada estructuralmente para ampliar su uso en el futuro. Por ejemplo, podría utilizarse como campo de minigolf o instalarse un sistema fotovoltaico.

El siguiente proyecto no es de los años setenta, sino de los sesenta. En el barrio londinense de Holborn, los arquitectos de 6a transformaron un antiguo pabellón deportivo en un moderno centro de distrito, centrado en el arte. Más información sobre esta emocionante transformación aquí: Holborn Community Centre.