Los arquitectos praguenses más importantes que anclaron el cubismo histórico en el paisaje urbano fueron Josef Gočár, Josef Chochol, Vlatislav Hofman, Pavel Janák, Jirí Kroha y Otakar Novotný. Probablemente, la obra arquitectónica más famosa de la época es la „Casa de la Madre Negra de Dios“ de Josef Gočár. Debe su nombre a la pequeña estatua de una Virgen Negra, que ya era el símbolo del edificio barroco anterior. La estatuilla se encuentra en la esquina derecha del edificio, en el cruce entre Zeltnergasse y Obstmarkt. Construida en 1910 y 1911 como grandes almacenes, la „Haus zur Schwarzen Muttergottes“ es un ejemplo sorprendente de cómo se puede crear un edificio cubista dominando la superficie. De ello son responsables tanto la clara formulación de los bordes como las decoraciones muy simplificadas compuestas de formas geométricas. En la actualidad, los „Grandes almacenes de Gočár“ son uno de los monumentos culturales nacionales de la República Checa.
Josef Chochol aplicó las ideas básicas del cubismo de forma aún más consecuente. Además de su influencia local, había estudiado con Otto Wagner en Viena. La obra maestra de Chochol es la Villa Kovařovic en Libušina 49, junto al río Moldava, llamada así por el cliente y contratista Bedřich Kovařovic. Se construyó entre 1912 y 1913 y, como representante del cubismo estricto, Chochol prescindió por completo de la ornamentación. En su lugar, favoreció las formas cristalinas y romboidales en todo su diseño. Chochol también diseñó el interior de Villa Kovařovic, que sufrió cambios fundamentales tras la muerte del cliente en 1944.